CONTACTO (indicando como asunto El Chouan Ibérico): arturoen@hotmail.com

martes, 10 de julio de 2018

EL PARTIDO POPULAR EN LA ENCRUCIJADA



Los innumerables casos de corrupción que afectan a nuestro país y que tienen como protagonistas a cargos electos de prácticamente todos los partidos políticos, no sirven para descubrir que las motivaciones de no pocos miembros de la casta política son puramente económicas y por ello no dudan en meter la mano en la caja, sino sobre todo sirven para dejar al descubierto los verdaderos enjuagues políticos que, yendo más allá de lo puramente económico, están llevando a nuestro país a una catástrofe sin precedentes.

            La sentencia de la llamada "Trama Gürtel" que condena al Partido Popular como beneficiario a título lucrativo y que no tenía más  objeto que determinar si una serie de personas se habían lucrado ilegítima e ilegalmente a costa del la contratación con la administración, ha provocado toda una "revolución política" al servir de base a una triunfante moción de censura que ha llevado a la posterior dimisión de Mariano Rajoy Brey como Presidente del Partido Popular al que ha dejado tan descuajaringado como la Selección Española en el actual Mundial de Rusia.

            Incomprensiblemente Mariano Rajoy, quién pudo paralizar la moción de censura planteada contra él simplemente dimitiendo de la Presidencia del Gobierno,  prefirió aferrarse a la poltrona y favorecer el acceso de Pedro Sánchez al poder para unos días después renunciar a la presidencia del Partido Popular y a su escaño como diputado utilizando una extraña fórmula de despedida que curiosa, e igualmente de forma incomprensible, no ha despertado ninguna crítica o reacción por parte de los medios de comunicación. Dicha fórmula, que constituye una declaración de principios suscritos por todos los miembros de la casta política española fue: "Es lo mejor para mi, es lo mejor para el Partido Popular, y creo, que también, es lo mejor para España", es decir puso su persona por encima del partido y, sobre todo, puso al partido por encima de la nación cuando en la alta política, esa que ejercen los hombres de estado que en nuestra piel de toro se desconocen, es claro que la nación siempre está por encima de los partidos.

            Pues bien, Mariano Rajoy se ha retirado de la política y ha vuelto a su puesto de trabajo como Registrador de la Propiedad por el que cobrará un sueldo extremadamente superior al sueldo medio de cualquier trabajador de nuestro país dejando un partido prácticamente destrozado por luchas de poder internas e ideológicamente desarmado.

            Mariano Rajoy heredó de José María Aznar un partido ideológicamente dudoso y materialmente tocado por las mentiras de las armas de destrucción masiva que originaron la Guerra de Irak y la mala gestión del acto terrorista del 11-M y que solo llegó al poder en el 2011 gracias al extremadamente mal gobierno del Partido Socialista Obrero Español, hoy en el gobierno. Ahora Mariano Rajoy deja un partido en peores condiciones que cuando lo recibió, un partido hundido y en clara descomposición debido a la sangría de votos, a las disensiones internas y a la imposibilidad de desvincularse de su pasado inmediato.

            Ante esta situación los más destacados líderes del Partido Popular se han enfrentado a unas "primarias" donde lo primero que ha llamado la atención es la escasa participación ya que de un censo de más de ochocientos mil militantes (800.000) solo han votado unos sesenta y seis mil (66.000), es decir un siete por ciento con lo que o bien el Partido Popular no tiene esos ochocientos mil militantes o al noventa y tres por ciento de los afiliados al PP les importa muy poco la política interna de su partido.

Como resultado de esas primarias han quedado fuera de la carrera por el poder en el seno del Partido el antiguo Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y María Dolores de Cospedal, esta última en "diferido", quedando en la atlética competición Soraya Sáez de Santamaría y Pablo Casado uno de los cuales será elegido Presidente del Partido Popular en el próximo Congreso que se celebrará en Valencia.

            Ambos, Soraya y Pablo, quieren ser presidentes del Partido Popular, tal vez porque parafraseando a Mariano Rajoy en su despedida, "sea lo mejor para ellos", pero realmente no ofrecen nada nuevo. Ambos son el continuismo pues los dos han desempeñado cargos en el gobierno o en el partido bajo la presidencia de Rajoy con el que se les debe suponer más coincidencias que diferencias. No obstante, Pablo Casado, el cual está afectado como Cristina Cifuentes de algún problema con su titulación universitaria que podría significar también un continuismo en esos temas,  parece ser mejor conocedor que Soraya Sáez de Santamaría de la realidad del partido pues mientras que Sáez de Santamaría ha centrado su campaña en las primarias en la afirmación de que ella puede  ganar las próximas elecciones a Pedro Sánchez, Pablo Casado se ha dedicado a mantener un discurso que ha logrado atraer a viejas glorias del partido como Esperanza Aguirre y que claramente constituyen una serie de guiños  a la extrema derecha representada por VOX.

            Y es que si en las elecciones celebradas en diciembre de 2015 y en Junio de 2016, se demostró que el Partido Popular perdió millones de votos, muchos de los cuales fueron a parar a la nueva formación de "Ciudadanos" dirigida por Albert Rivera, ahora el Partido Popular también amenaza con descomponerse por su derecha desviándose varios centenares de miles de votos hacia VOX tal y como indican las encuestas que dan a este partido tres escaños que forzosamente deben ser fruto de votos arrancados al PP.

            VOX es un partido político surgido de una escisión del Partido Popular que se encuentra presidido por el ex dirigente popular, Santiago Abascal. VOX tiene un discurso identitario, antiinmigración, euroescéptico y altamente contrario al estado de las autonomías que ha buscado homologaciones europeas en partidos como el Frente Nacional de Marine Le Pen, todo lo cual no le impide proclamarse heredero del Partido Popular de Aznar y de Esperanza Aguirre como dejaba bien claro su cartel electoral a las elecciones europeas del 2014.

            La irrupción en el Congreso de los Diputados de tres diputados de VOX, detrás de los cuales habría aproximadamente medio millón de votos, significaría que el Partido Popular jamás volvería a gobernar en nuestro país porque se vería en la necesidad de pactar ya no solo con "Ciudadanos" sino también con VOX que le llevaría a una mayor radicalidad en algunos temas proporcionando tan cantidad de munición de gran calibre a la oposición que tal pacto es, sencillamente, impensable.

            VOX se nutre de los que muchos, dentro de la derecha española, consideran errores y mal hacer del Partido Popular y precisamente Pablo Casado está intentando evitar seguir alimentando a VOX, aunque si bien se analiza cuando uno para evitar la realización de ciertas políticas se acerca a ellas puede terminar ser el mismo el que las realice. Pero en fin, ese es el problema y la encrucijada en la que se encuentra el Partido Popular el cual lleva cuarenta años dilapidando en corrupción y verborrea demagógica toda su credibilidad política y en política cuando se pierde la credibilidad resulta prácticamente imposible recuperarla.

No hay comentarios:

Seguidores

contador de visitas blogger

-0-0-0-0- Carlistes de Catalunya -0-0-0-

Archivo del blog

CARLISMO DIGITAL