Recientemente
viene circulando por las distintas librerías de nuestro país un libro bautizado
con el muy llamativo y escueto título de "Contra la Democracia", tal
libro ha sido publicado en nuestro país por la editorial Deusto, perteneciente
al Grupo Planeta, y ha sido escrito por un profesor de economía norteamericano llamado
Jason Brennan.
A aquellos que sean completamente
ignorantes o poco conocedores de la abundante literatura política podrán
considerar curioso y novedoso el libro del profesor Brennan aunque en realidad
no es más que una síntesis, poco afortunada, de todas las teorías políticas
contrarias a la democracia que han existido, siendo lo único original de la
obra el origen anglosajón de su autor pues hasta la fecha la abundante teoría
contraria a la democracia estaba prácticamente monopolizada por autores
europeos continentales (franceses, alemanes, italianos, rusos...).
El discurso antidemocrático
sostenido por Brennan en "Contra la Democracia" se sustenta en tres
argumentos básicos: lo injusto del sufragio universal que hace que todos los
votos valgan lo mismo y por tanto se considere igual el voto de un analfabeto
que el de un catedrático de economía, la realidad de que en democracia no cuentan
realmente los votos individuales sino las grandes masas de votos por lo que la
democracia sería la "idea falsa" preconizada por Maurras y la
necesidad de que los que más saben adquieran más poder y tengan más
posibilidades de decidir lo que entroncaría con la teoría de las élites de
Mosca y Pareto.
El punto de partida no confesado del
antidemocratismo de Brennan es que éste ha descubierto que la economía ha
dejado de ser parte de la política para convertirse en una ciencia exacta que
no solo es independiente de la política sino que condiciona la política, por lo
que quien controla la economía controla la política y no al revés. Este hecho,
que actualmente parece ser completamente cierto, convierte la política para
Brennan en una especie de ciencia exacta que debe estar dirigida, controlada y
decidida por unos grupos de expertos en un régimen político que él denomina
"epistocracia" y que no es más que una nueva versión de la muy vieja
aristocracia.
En "Contra la Democracia",
Jason Brennan califica a los votantes en
tres categorías: los "Hobbit", que son aquellos votantes que ignoran
todo de la política, los "Hooligans" que son aquellos que están más
informados y los "Vulcanianos" que son los votantes perfectamente
informados y que serían los votantes ideales en la democracia defendida por
Brennan. Ahora bien, con esta división en categorías de los votantes lo que
está haciendo Brennan, de una forma consciente o inconsciente, es crear una
sociedad estamental. Asimismo, el autor del libro que reseñamos llega a
proponer limitar el derecho de voto a los más preparados intelectualmente
sugiriendo la realización de un examen de conocimientos para acceder a dicho
derecho. Pues bien, sepa el señor Brennan y todo el mundo que el sistema que
propone no es más que volver al viejo sistema de "Sufragio
Censitario".
Lo único que el señor Brennan
demuestra ser a lo largo de su libro es un completo ignorante en materia de
filosofía política, política práctica y
teoría política y estar solo interesado en la economía y en la cuenta de
resultados demostrándose cierto, una vez más, aquello que afirmo Tocqueville en
su "Democracia en América" de que "la economía es lo que subyace
en la democracia norteamericana".
Cualquier estudioso de las formas de
gobierno y de la teoría política podría llegar a la conclusión de que no existe
ninguna forma política que sea perfecta, ni siquiera se puede argumentar
lógicamente que una forma de gobierno es mejor que otra. Lo más probable es que
el problema de las formas de gobierno es que todas terminan degenerando lo que
hace que se renueven o mueran dando paso a otras formas de gobierno.
Posiblemente, la democracia esté degenerando y por eso fuera tan discutida en los años veinte y
treinta del siglo pasado y actualmente por el señor Brennan quien promete
reabrir el debate y formar escuela con su obra "Contra la Democracia".
Por otra parte, el autor de
"Contra la Democracia" ignora que el problema político fundamental de
nuestro tiempo y que posiblemente haya sido el constante problema al que se
enfrentaron los estados y los imperios desde su mismo origen es el problema de la
armonización simultánea del ejercicio competente de la autoridad política
totalmente alejada del abuso del poder con la garantía de los derechos y
libertades individuales y la participación activa de los ciudadanos en el
gobierno. Ese es el problema político al que básicamente nos enfrentamos hoy y
al que la política clásica intento dar respuesta estableciendo unos límites al
ejercicio del poder, unas garantías para los derechos y, sobre todo, unos
complejos sistemas de contrapesos que dieran seguridad a todo lo anterior. Por
su parte al señor Brennan parece que solo le interesa que la economía funcione
a las mil maravillas y que las cuentas presenten siempre beneficios y si para
ello hay que entronizar a una nueva aristocracia y suprimir el sufragio
universal pues... ¡¡ Que se Haga!!.
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