Próximo a cumplirse el primer centenario, en el 2014, del suicidio de Europa, la editorial Acantilado ha tenido el muy loable criterio de publicar nuevamente el que sería el último libro escrito, antes de su suicidio en su exilio brasileño, por el gran intelectual austriaco Stefan Zweig titulado “El Mundo de Ayer” y que publicado en España por primera vez en España en el año 2002 ya va por su duodécima edición.
“El Mundo de Ayer”, no constituye una autobiografía de Stefan Zweig sino que más bien se trata de unas memorias (“Memorias de un Europeo” es su subtítulo) que incluyendo algunos rasgos autobiográficos del autor se centran sobre todo en la descripción nostálgica de lo que había sido Europa antes de la Primera Guerra Mundial y la reflexión sobre los años de entreguerras donde la barbarie y la irracionalidad parecían triunfar en el mundo.
En “El Mundo de Ayer”, Stefan Zweig describe la vida intelectual europea desde finales del siglo XIX hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial recordando la vida y obra de numerosos intelectuales y políticos entre los que se pueden citar a Theodor Hertzl, Walter Ratenau, Rainer Maria Rilke o Romain Rolland y aunque critica los defectos de la sociedad europea anterior a la Gran Guerra que según Zweig son la existencia de grandes masas de desposeídos, la consideración inferior de la mujer y la hipocresía sexual no deja de afirmar que en esa misma sociedad priman los valores morales positivos, el humanismo y la fe en el futuro en contraposición a la sociedad nacida en 1918 semilla de los totalitarismos y de la sumisión de los pueblos a sus gobernantes.
Stefan Zweig dedica aproximadamente la mitad de “El Mundo de Ayer” a narrar los esfuerzos de muchos intelectuales europeos por paralizar la masacre del catorce, razonar los postulados pacifistas que profesó toda su vida y a describir su “Mundo de Hoy”, es decir el mundo surgido tras la Gran Guerra, descubriendo al lector la crisis moral que supuso la existencia de una sociedad abierta en Berlín que trastocando todos los valores axiológicos atentaba también contra la razón, la locura económica que provocó la inflación primero en Austria y después en Alemania y sobre todo a describir como, con ayuda de todos estos acontecimientos debidamente concatenados, los nacionalsocialistas fueron imponiéndose poco a poco en las sociedades alemana y austriaca sin que existiera reacción alguna porque los ciudadanos respectivos fueron aceptando progresivamente y sin darse cuenta los postulados de Hitler por frivolidad, por miedo o por interés hasta que un buen día se encontraron con que se habían convertido sin posibilidad de marcha atrás, en parte del engranaje nazi.
Es de resaltar, la descripción que se hace en los últimos capítulos de “El Mundo de Ayer” de la diáspora intelectual que produjo, en centro Europa, la ascensión al poder de Adolfo Hitler haciéndose en el libro un fidedigno relato de la salida de Sigmund Freud de Austria gracias a la intervención de Marie Bonaparte, así como de su enfermedad y muerte.
Tras la lectura de “El Mundo de Ayer” de Stefan Zweig, el lector percibirá una sensación de nostalgia que le llevará a reflexionar sobre si el mundo no era mejor, más hermoso y más bello antes de que la locura se apoderase de él en aquel verano de 1914 y acabara con toda alegría y optimismo en el lodo de las trincheras de todos los frentes.
Stefan Zweig nació en Viena (Austria) en 1881 y, tras sufrir persecución por parte del régimen nazi murió en Petrópolis (Brasil) en 1942, llegando a ser el autor más traducido y leído en los años veinte y treinta del siglo pasado y siendo sus obras lectura imprescindible para conocer determinados momentos de la historia de la humanidad.
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