Una semana después de que el tren de
Velocidad Alta que cubría la línea Madrid-Coruña, descarrilara en las cercanías
de Santiago de Compostela ocasionando setenta y nueve víctimas mortales y
centenares de heridos, no se ha dejado de buscar explicaciones a este desastre
proliferando numerosas teorías claramente conspiranoicas y fuera de lugar.
A pesar de que las imágenes tomadas
por una cámara de seguridad situada sobre un puente cercano al lugar del
accidente dejan manifiestamente claro que la velocidad a la que iba el convoy
ferroviario era extremadamente alta para tomar la curva, se sigue hablando de
un presunto atentado terrorista justificándose en la explosión que oyeron los
supervivientes y que parece verse en las imágenes. No obstante en la película
lo único que se detecta es la salida del segundo vagón de la catenaria con el
consecuente chispazo en los cables superiores, su colisión contra el muro que
produce el estallido e incendio de los aceites y demás productos volátiles que
suele llevar todo vagón para su funcionamiento y el como este vagón arrastra
tras de sí a todos los demás. Es decir, en ningún momento de la filmación se
puede ver que estallara algo debajo del convoy lo que hubiera provocado que el
vagón bajo el cual se hubiera producido dicha supuesta explosión hubiera
saltado hacia arriba, ni tampoco explosión alguna en el interior del convoy que
hubiera provocado que reventase por los lados y por la parte superior el
vehículo en cuyo interior se produjera la explosión. Por otra parte los
defensores de la teoría del atentado no han caído en la cuenta de que la
finalidad inmediata de todo grupo terrorista es la publicidad y la propaganda y
que, transcurrida una semana desde que se produjo el accidente, ningún grupo ha
reivindicado el hecho ni siquiera por puro oportunismo.
Otra teoría, aprovechando una
ilusión óptica o una impureza de la imagen en la que parece verse a alguien
subiendo (no se sabe por qué subiendo y no bajando) por la verja que separa las
vías ferroviarias de la carretera que va paralela a la misma, supone que ha
existido algún tipo de sabotaje. Esta teoría no se sostiene porque la vía
férrea esta totalmente protegida no solo por un amplio sistema de
videovigilancia que hubiera grabado a cualquier sujeto que se hubiera acercado
a las vías con buenas o malas
intenciones, sino también por numerosos sensores que detectarían inmediatamente
cualquier intento de manipulación en la misma o, incluso en el cable de la
catenaria.
Por último, pretender echar la culpa
de lo sucedido a si la alta velocidad es una infraestructura radicalmente
innecesaria o que si el trazado es inadecuado, no deja de ser lo que en popular
frase se suele decir “echar la culpa al empedrado”. Y es que, si bien es
discutible que las infraestructuras ferroviarias por las que los distintos
gobiernos han apostado en los últimos veinticinco años son las adecuadas y
oportunas para nuestro país, no es discutible que las mismas gocen de una alta
seguridad. El sistema de Alta Velocidad en España es cuestionable por su enorme
coste de implantación y mantenimiento, que en parte es causa del endeudamiento
público del estado, pero no se puede cuestionar que el mismo no goce de todos
los elementos de seguridad necesarios porque, por pura lógica, nadie construye
vías férreas para que se produzcan accidentes.
Ante una tragedia de la enorme
magnitud de la acaecida el 24 de Julio pasado es lógico y muy comprensible que
se quiera buscar, incluso con desesperación, una explicación aunque ésta no sea
ni racional, ni creíble, ni ajustada a la verdad. En cualquier caso, bienvenida
sea cualquier explicación que alivie a los familiares y amigos de los
fallecidos y heridos.
No obstante, existe un tema, en el
que nadie ha caído hasta el momento, que es la cuestión del sistema de compleja
tecnificación en la conducción de trenes, que también se está implantando en el
transporte aéreo y, en menor medida, en los vehículos a motor familiares donde lo
técnico es lo principal y fundamental. Hace cien años, un maquinista de tren
tenía que estar constantemente pendiente de la máquina, de aumentar la potencia
para subir pendientes, de reducir velocidad para bajarlas, de tener buena
visión para atender cualquier obstáculo que pudiera aparecer en la vía,
controlar el trayecto y las señalizaciones, etc…, en cambio en la actualidad
una máquina es controlada por un sofisticado sistema informático que lleva
prácticamente todo el peso de la conducción, introduciéndose el factor humano
como una garantía de seguridad más que tiene la misión de vigilar el sistema
técnico y atender sus advertencias. Hace cien años, podía haber fallos
mecánicos que produjeran accidentes pues siempre se puede romper una vital
rueda dentada e igualmente podía haber fallos humanos pues siempre se podían
cometer irresponsabilidades o incurrir en errores de juicio; en cambio en la
actualidad además pueden existir fallos técnicos en el control de la máquina,
es decir, en cien años se han triplicado las posibilidades de error.
Por otra parte, el maquinista o
conductor concebido como mero controlador o servidor del factor técnico devalúa
su pericia y le hace un factor de riesgo mayor cuanto más experiencia tiene
pues en tales circunstancias tiende a confiar mas en la técnica, a considerar
imposible lo que siempre es posible y a estar menos atento. En cierto sentido
es lo que le ocurrido al capitán del Titanic, Edward John Smith, que a pesar de
su larga experiencia naval y de las advertencias de icebergs a la deriva no
estaba en el puente de mando en el momento de la colisión porque aquel barco
“ni el mismo Dios lo podría hundir”.
A una escala más pequeña y dentro de
la propia vida doméstica podemos observar el fenómeno que se indica. Hace
cincuenta años conducir un antiguo vehículo SIMCA por una de las carreteras
nacionales no estaba exento de riesgo, como no lo esta ahora, pero lo cierto es
que la conducción de aquella máquina estaba en las exclusivas manos de su
conductor quien tenia que controlar con el pedal acelerador la velocidad, con
el cambio de marchas la potencia y estar siempre pendiente del pedal del freno
por si tuviera que detenerse en seco ante cualquier contingencia que pudiera
presentar una vía en deficitario estado y peor trazado; en cambio hoy, cuando
las máquinas de automoción han mejorado hasta lo impensable y las estrechas
carreteras de doble sentido se han convertido en modernas autovías, resulta que
sigue habiendo accidentes y no pocos a consecuencias de salidas de vía, velocidad
inadecuada, distracciones del conductor e incluso por quedarse el mismo dormido
al volante y es que los modernos vehículos donde el tripulante puede guiarse
por un sistema GPS, introducir la velocidad máxima a la que desea circular,
desentenderse completamente del pedal del acelerador y del embrague al tener una
caja de cambios automática al mismo tiempo que circula por vias de amplio
trazado, hacen que el ser humano deje de estar al frente de la acción y confíe
totalmente la ejecución de la misma a la técnica relajándose e incurriendo así
en numerosas distracciones peligrosas en las que no hubiera incurrido si por
obligación toda la acción mecánica recayera directa y exclusivamente sobre su
responsabilidad.
Así pues, la verdadera cuestión que
plantea la tragedia ferroviaria de Galicia es si se debe prescindir totalmente
del factor humano en la conducción de los trenes entregando la misma a la
técnica, como parece que ocurre en Francia con algunas líneas de metro y de
ferrocarril o, por el contrario, eliminar todo el factor técnico en el control
de la máquina y de la conducción reintegrando ésta al pleno dominio del ser
humano.
4 comentarios:
Inserta Ud. una foto que, para mí, es un acto de fe, puesto que, sinceramente, si me dicen que en lugar de una persona es un murciélago, me lo tendría que creer. No veo absolutamente nada.
Estimado anónimo
Me dice usted que en la foto no ve usted nada, pues... ya somos dos. Yo todo lo mas y esforzando mucho mi pobre vista es como una mancha o borrón.
No obstante,esta foto a circulado y esta circulando por la red como supuesto indicio de sabotaje y conspiración.
Como usted habrá leido en el texto, yo no creo nada el tema de la conspiración y por supuesto hago cierta "gracieta" con el tema de la foto pues se dice que la supuesta persona esta subiendo y... ¿por qué no bajando?.
En fin, la foto solo sirve para ilustrar el articulo pero más que artículo de fe es demostración de una solemne tontería.
Un saludo
EN MENOS DE UN MES 3 TRENES DESCARRILADOS..... DA MUCHO QUE PENSAR....
EL DIA 7 DE JULIO TREN EN RUSIA
http://www.abc.es/internacional/20130707/abci-accidente-tren-rusia-201307071638.html
EL DIA 13 DE JULIO TREN EN CANADA
http://www.excelsior.com.mx/global/2013/07/13/908719
AHORA EL DIA 24 DE JULIO TREN EN ESPAÑA
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/07/24/espana/1374693824.html
RESULTA QUE SI SUMAMOS LAS FECHAS DE LOS ACCIDENTES
TREN DE RUSIA 7-7-2013
TREN DE CANADA 13-7-2013
TREN DE ESPAÑA 24-7-2013
7+7+2+0+1+3+1+3+7+2+0+1+3+2+4+7+2+0+1+3= 56 REDUCIDO A UN DIGITO 5+6 = 11
NOS DA COMO RESULTADO 11
11 ES TAMBIEN EL NUMERO DE LA FECHA DEL ATENTADOS TRENES DE MADRID
11 TAMBIEN NUMERO ATENTADOS TORRES GEMELAS
11 ES EL NUMERO DE LOS MASONES SI AÑADIMOS QUE NOS ESTAN GOBERNANDO MASONES YA TENEMOS CLARO DE DONDE VIENE TODO
SERIA MUY CONVENIENTE PARA MUCHOS VER ESTOS VIDEOS Y ENTONCES SABRAN DE DONDE VIENE TODO, AUNQUE HAYA MUCHOS INCREDULOS ES LO QUE REALMENTE ESTA PASANDO EN EL MUNDO Y NO HAY MAS CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER
http://www.youtube.com/watch?v=yMu1PtSrLWk
http://www.youtube.com/watch?v=Hre73GaV9S0
http://www.youtube.com/watch?v=mKgY3IqhHt4
Estimado anónimo:
Mezcla usted numerología, teoría conspirativa, masonería y demas.
Lo cierto es que ante tanto desastre y tanta metedura de pata de gente cuya inteligencia se supone es facil explicarlo todo acudiendo a las teorías conspirativas.
Pero lo cierto, es que no existe la más minima prueba de esa conspiración aunque sí es cierto que la economia mundial puede estar en manos de menos de tres mil personas que bien pueden llegar a acuerdos para repartirse las riquezas del mundo y gobernarlo, pero eso no es ninguna conspiración oculta porque los nombres y conexiones de estas personas son conocidas y reiteradamente publicados en los periódicos.
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