A finales del mes de Julio pasado, concretamente el día 26, se cumplían cien años del estallido social conocido como “La Semana Trágica”, sin que nadie (ni los que tienen a “España en la Memoria” ni los que se llenan la boca de “Memorias Históricas”) se haya acordado de tal importante acontecimiento de nuestra historia.
“La Semana Trágica”, fue un estallido social y popular ocurrido en el año 1909 en Barcelona cuya causa inmediata hay que buscarla en la movilización de reservistas para la incipiente Guerra de Marruecos que comenzó el 9 de Julio de 1909 con el incidente provocado por un ataque de las cabilas contra los trabajadores españoles que trabajaban en la construcción del ferrocarril que uniría Melilla con las Minas de Beni-Buifir y que eran propiedad de una sociedad controlada por el Conde de Romanones y el Marqués de Comillas. No obstante, las causas verdaderas de “La Semana Trágica” eran mucho más antiguas, debiéndose remontar a los inicios de la Guerra de Cuba en 1895 con la instauración del sistema de Reclutamiento para el Servicio Militar que permitía quedar exento de la incorporación a filas mediante el pago de unas quinientas pesetas, cuando el salario mensual que venía a cobrar un trabajador no excedía de dos pesetas con cincuenta.
Este sistema de reclutamiento dio lugar a que los únicos que iban a servir a ultramar en la época del desastre de 1898 eran los que no podían pagar la exención y los militares profesionales que voluntariamente solicitaban dicho destino para ascender, siendo famosa la frase de D. Pablo Iglesias “Cuba hasta el último hombre y hasta el último barco, pero… solo los hijos de los pobres”.
El 10 de Julio de 1909, el gobierno ordenó la movilización de tres brigadas de reservistas que fue contestada por las fuerzas populares mediante la convocatoria de una huelga general de veinticuatro horas para el día 2 de Agosto de 1909, pero en Barcelona, la Solidaritat Obrera; ante la llegada de noticias sobre el gran número de bajas que se estaban produciendo en Marruecos, decide actuar por sorpresa y adelanta la convocatoria para el día 26 de Julio.
Ante el éxito aplastante de la huelga general que tiene lugar en Barcelona, Tarrasa, Badalona, Mataró, Sitges y Granollers, el gobierno ordena la salida del ejército para enfrentarse a los huelguistas que los reciben con gritos de “Viva el Ejército” y “Abajo la Guerra” no produciéndose en la jornada incidentes de especial relevancia.
El día siguiente, 27 de Julio de 1909, ante las informaciones que llegan del desastre de El Barranco del Lobo donde perecen mil doscientos soldados, la mayoría de ellos pertenecientes al contingente embarcado ocho días antes en el puerto de Barcelona, la jornada de huelga en Barcelona degenera en una explosión de anticlericalismo que produce el incendio de numerosas iglesias y conventos y en el levantamiento de barricadas en las calles declarándose por el gobierno el estado de guerra y la implantación de la ley marcial. Desde ese día y a pesar de que la guarnición de la ciudad no obedece la orden de enfrentarse a los huelguistas, los incendios y los ataques a edificios religiosos y oficiales se suceden por toda la ciudad hasta que fuerzas militares procedentes de Valencia, Zaragoza, Burgos y Pamplona ponen fin a los disturbios tras duros enfrentamientos que producen 78 muertos y más de 500 heridos.
Además del balance de muertos y heridos “La Semana Trágica” de Barcelona se salda con 112 edificios incendiados (80 de ellos religiosos) y dos mil procesos penales en los que se dictan 175 penas de destierro, 59 penas de Cadena Perpetua y 5 penas de muerte que son ejecutadas el día 13 de Octubre de 1909 en los fosos del Castillo de Montjuich. Entre los procesados condenados a muerte y ejecutados se encontraba el anarquista Francisco Ferrer Guardia, pedagogo cofundador de la Escuela Moderna y cuyo proceso fue extremadamente controvertido al fundarse en una muy vaga acusación de ser el instigador de los acontecimientos y existir numerosas sospechas de que el tribunal fue presionado por el gobierno para que dictase la sentencia condenatoria ejemplar que no pudo obtener en 1906 en el proceso por el atentado de la calle Mayor de Madrid perpetrado por Mateo Morral.
La consecuencia principal de “La Semana Trágica” fue el inicio de un claro y constante declive del sistema político de la restauración que para subsistir tuvo que acudir, a partir de ese momento, a una mayor represión del movimiento obrero y la pérdida total de todo crédito de la monarquía alfonsina que culminaría el 14 de Abril de 1931 con la huída de don Alfonso y la proclamación de la II República. Por otra parte, el tiempo daría la razón al pueblo español opuesto a la aventura africana, pues la guerra de Marruecos, comenzada en 1909, duraría casi veinte años y en ella perecería un número aún sin determinar, pero en cualquier caso muy elevado, de soldados españoles, la mayoría de ellos pertenecientes a las clases más modestas y menesterosas del país.
3 comentarios:
Excelente lección de Historia, querido amigo.
Los gobernantes sólo echan mano de la misma cuando les interesa, y del modo, del lado y con las acotaciones que más se ajustan a sus mismos intereses partidarios y momentáneos.
Y luego están quienes la escriben...
Salud, amigo.
Ciertamente esto es algo que no se estudia en las escuelas yo no sé cuando dejará de pasar esto y comenzar a aprender de nuestros errores.
Un saludo
Vaya, me alegro no haber sido la única en dar detalles clamorosos de hechos que no se enseñan, porque no se quiere, en las escuelas. Más de lo mismo:
http://labasquebondissante.blogspot.com/2009/07/la-setmana-tragica.html
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