La producción literaria y dramática
de George Bernard Shaw (1856-1950) es de sobra conocida por todos los lectores
especialmente por aquellos que, repartiendo su amor entre la literatura y el
cine, disfrutaron con la magnífica interpretación de Leslie Howard como el
profesor Higgins en la película “Pigmalión” (1938) o de la música y canciones
de su versión musical “My Fair Lady” (1964). No obstante, la faceta de crítico social
y político de Bernard Shaw es mucho menos conocida por el gran público a pesar
de haber pertenecido a la “Sociedad Fabiana” y de haber colaborado en la
redacción de diversos folletos de índole socialista publicados por esta entidad
británica.
Fruto precisamente de esta pertenencia
a la “Sociedad Fabiana” es la redacción de su voluminoso “Manual de Socialismo
y Capitalismo para Mujeres Inteligentes” (1928) publicado recientemente en
nuestro país por la editorial RBA y en el que Bernard Shaw desmenuza y explica
a la perfección el funcionamiento del capitalismo contemporáneo descubriendo
sus trucos, métodos, medios y falsedades. De hecho “Manual de Socialismo y
Capitalismo para Mujeres Inteligentes” es un tratado de economía política
altamente esclarecedor para todos aquellos que carecen de los más mínimos
conocimientos para comprender el funcionamiento de la pluralidad de actividades
que integran la macroeconomía capitalista (economía financiera, sociedades anónimas,
accionariado, importación y exportación…).
Por otra parte, “Manual de
Socialismo y Capitalismo para Mujeres Inteligentes” no solo se limita a
explicar el funcionamiento pormenorizado del capitalismo al que llega a
calificar de “caballo desbocado” sino que también intenta difundir las posibles
bonanzas del socialismo, aunque por socialismo no debemos entender ni el
socialismo utópico de un Fourier ni el socialismo científico de los marxistas,
sino el peculiar socialismo Fabiano que al mismo tiempo pretende ser práctico y
mantenerse alejado de toda intención revolucionaria. Si bien Bernard Shaw
justifica el socialismo como un medio para lograr un objetivo último que es la
igualdad en la renta, no se aparta ni un ápice de los propósitos de la
“Sociedad Fabiana” que son avanzar en la aplicación de los principios
socialistas mediante reformas graduales, es decir, el autor sostiene en su obra
“Manual de Socialismo y Capitalismo para Mujeres Inteligentes” que la forma
correcta de acabar con la propiedad privada y nacionalizar las empresas y
servicios no es ni mediante la revolución violenta ni la expropiación sin
compensación, sino mediante una política de aumento gradual de los impuestos
que hará que la propiedad privada vaya pasando de las manos de los particulares
a las del estado.
En este sentido Bernard Shaw, se
adelanta en el análisis de numerosas cuestiones que hoy en día se están
produciendo en nuestro país tales como el llamado caso de las “preferentes” o
el llamado “rescate bancario” sobre el cual viene a sostener, no sin falta de
razón, que cualquier subvención o ayuda que se de por parte del estado a una
empresa privada para sortear una situación crítica debe recibir como
contrapartida un número apropiado de acciones de dicha empresa, lo que en la
práctica supone una nacionalización total o parcial de la misma dependiendo del
porcentaje de acciones que pasen a propiedad del estado.
Si “Crítica de la Economía Política”
(obra fundamentalmente conocida por “El Capital”) de Marx es una obra científica
de alto nivel que ha necesitado a lo largo del tiempo numerosos trabajos de
exégesis para hacerlo llegar a la mayoría de la población, “Manual de
Socialismo y Capitalismo para Mujeres Inteligentes” es una obra clara en la que
George Bernard Shaw consigue, con numerosos ejemplos y aclaraciones, hacer
comprensibles todos los arcanos de la economía moderna a la inmensa mayoría.
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