No, no nos estamos refiriendo a las
estadísticas, que más parecen una práctica cabalística y numerológica de las
víctimas mortales de la pandemia, cuyo número real aun se desconoce, ni a las
imperativas manifestaciones de algunos ministros o expertos científicos muy
vitoreados que son contradichas por unas no menos imperativas manifestaciones
posteriores del mismo vitoreado experto científico o ministro en virtud de las
cuales el uso de mascarillas pasa de ser desaconsejable a ser obligatorio. Nos
estamos refiriendo al llamado "Plan de Recuperación" que prevé el
empleo de 140.000 millones de euros procedentes de unas "ayudas
europeas" y que realmente roza el truco más burdo que jamás haya existido en
el mundo mágico de las finanzas.
El gobierno de coalición que preside
Pedro Sánchez, parece no haberse dado cuenta de que la epidemia de COVID19 ha
puesto al descubierto todas las carencias económicas, estratégicas y políticas
de nuestro país, aspirando simplemente a reconstruir lo que se ha hundido y que
ha demostrado clara y sobradamente que no sirve.
La economía española, que en los
últimos cuarenta años se ha construido exclusivamente en base al sector servicios,
al turismo, al autoconsumo, a la construcción y en complacer a nuestros "amigos
y aliados" europeos se ha hundido por completo no teniendo mayor
aspiración el señor presidente del gobierno que la de paliar el caos social que
la crisis económica va a generar con ayudas sociales y en reconstruir lo que ya
se ha demostrado que es un fracaso y una debilidad, es decir, en volver a la
economía monosectorial del turismo, del sector servicios y del ladrillo.
El señor Pedro Sánchez se ha llenado
la boca con un llamado "Plan de Recuperación, Transformación y
Resiliencia" que es el mayor truco de ilusionismo económico y político
desde los "Bonos Mefo" (1). Si se lee con ligera atención el
mencionado plan de tan rimbombante nombre ya se ve a simple vista que se habla
mucho de invertir en tecnología y ecologismo a la vez que pretende recuperar el
turismo y combatir las diferencias de género y la despoblación, pero de crear
tejido industrial, científico y tecnológico o favorecer el sector agropecuario,
es decir, de crear una economía productiva y competitiva no se dice nada.
Parece ser que se pretende invertir
en tecnología para que las PYMES (Pequeñas Y Medianas Empresas) se modernicen y
para que nuestros escolares puedan disfrutar de los medios técnicos precisos
para que puedan asistir a clase desde sus domicilios. Ahora bien, ¿Es
consciente el señor presidente del gobierno de cuantas PYMES van a cerrar
definitivamente a causa de la epidemia? Mucho me temo que más que hablar de de
modernización tecnológica e informática de las PYMES debería hablar de la
creación o favorecimiento de la creación de PYMES porque con las que van a
quedar es de temer que con unas pocas centenas de ordenadores bastaran paran
modernizarlas tecnológicamente y, atendiendo al futuro de nuestros actuales
escolares, es muy posible que, de llevarse a término el "Plan" del
presidente, proporcione en unas décadas una nueva generación perfectamente
formada que tendrá que emigrar al no encontrar en su propio país una economía
productiva que genere un mercado laboral en el que puedan integrarse.
Otro aspecto del "Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia" es su insistencia en lo
ecológico, sin duda alguna por imposición de nuestros "aliados y amigos"
europeos. Efectivamente, y sin ningún género de duda, nuestro planeta se
enfrenta a un reto ecológico que ha de afrontarse globalmente en la lucha
contra la contaminación que produce el recalentamiento del planeta. Ahora bien
¿Que es realmente la contaminación? Si por contaminación entendemos todo aquel
proceso, por insignificante que sea, de alteración o modificación de la
naturaleza, no podemos negar que un acto de contaminación es tanto aquel que procede
de un pionero que corta cuatro árboles para hacerse una cabaña en medio de un
frondoso bosque del la Norteamérica de finales del Siglo XVIII como el ingente consumo
de energía y el constante vertido de residuos de la industria en cualquier
parte del mundo de hoy. Pues bien, en base a este concepto de contaminación, es
muy posible que el señor Pedro Sánchez y sus socios de gobierno ignoren que
están muy próximos a tener una economía plenamente verde y ecológica por la
total desaparición de la gran industria pesada y media de nuestro país, siendo
prueba de esto el cierre de la planta de Nissan en Barcelona y el más que
probable cierre de Alcoa, una de las pocas plantas de procesamiento de aluminio
que hay en España.
El gobierno que preside Pedro Sánchez parece no darse cuenta que no hay que reconstruir la vieja economía española prácticamente monosectorial, que ha demostrado ser un fracaso, sino construir, partiendo prácticamente de cero, toda la economía desde nuevas perspectivas más productivas, más competitivas con el exterior y menos especulativas, construir una economía que genere una riqueza real y sostenible y que se pueda legar a las generaciones futuras, porque la situación económica y social que posiblemente afrontemos dentro de unos meses puede llegar a ser muy similar a la existente en la España de postguerra, cosa que tal vez agrade al gobierno PSOE-PODEMOS porque, la guerra y la postguerra, parecen ser sus periodos históricos favoritos.
(1) Los Bonos Mefo fueron ideados por el entonces presidente del Reichsbank Hjalmar Schacht y consistieron en la financiación del Estado Alemán mediante letras de cambio lo que permitió encubrir el endeudamiento generado por el gasto público del programa de obras públicas y rearme iniciado por el Tercer Reich.
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