Vease la diferencia entre los trajes utilizaos en España y los de Protecciñon 4 |
Aunque estos dos casos de contagio fuera de África
parecen idénticos y existe un cierto interés en resaltar similitudes, lo cierto
es que entre ambos existen notables diferencias. En los dos casos se habla de
fallos en los protocolos y de algún error humano aunque en el caso español ha
habido especial interés de hacer recaer, de manera totalmente injusta, toda la
responsabilidad en la trabajadora infectada.
El principal fallo que ha existido en el caso español no
fue en el protocolo del tratamiento sanitario de enfermos infectocontagiosos
que existía en España antes del contagio de doña Teresa Romero, sino en el
protocolo que la prudencia y el sentido común nos impone a todos ante una
situación de epidemia. Ante una situación de epidemia, lo fundamental es
impedir que esta se extienda, imponiendo cuarentenas y restringiendo la movilidad
de los posibles afectados por lo que el primer grave error fue el sacar de una
zona epidémica a un enfermo infectado en fase avanzada de la enfermedad e
introducirlo en una zona geográfica hasta el momento libre de infección, porque
tal decisión implicaba asumir un riesgo gratuito de extender la epidemia máxime
cuando, tal y como se dijo por los medios de comunicación, no existía en
España, por estar agotado a nivel mundial y hasta principio del año próximo el
suero ZMAPP para el tratamiento de la enfermedad (curiosamente ahora sí está
disponible dicho suero para tratar a la afectada en España). Así pues la
primera diferencia entre el caso español y el norteamericano se encuentra en
que en USA el ébola se ha extendido por una causa natural como fue la llegada
al aeropuerto de Dallas de un ciudadano infectado sin que las autoridades
supieran ese extremo mientras que en España el ébola se ha extendido a una
persona por la decisión política de repatriar a dos pacientes de los que ya se
sabía que estaban infectados y en un estado avanzado de la enfermedad que hacía
prácticamente imposible su tratamiento y su cura.
Los pacientes de brotes epidémicos deben ser tratados en
el foco mismo de la epidemia y no moverlos de lugar para no correr el riesgo de
extender la epidemia por lo que el gobierno español, en vez de repatriar a los
dos misioneros, debió enviar equipos médicos y material sanitario para atajar
la epidemia en su mismo lugar de origen. ¿Por qué no se ha hecho esto?,
sinceramente... no encuentro la respuesta, pero hoy cuando sabemos que el
Ejército Norteamericano ha destinado a tres mil hombres de la sanidad militar a
Liberia para atajar la epidemia y que España va a enviar a trescientos soldados
a Irak para entrenar a las fuerzas iraquíes en su lucha contra el Estado
Islámico, nos hace cuestionarnos también si no están fallando en el gobierno
español el protocolo de valoración de amenazas, puesto que desde finales de
Julio de este año 2014 resulta más previsible, más próxima y más letal la
llegada del virus de ébola a España que la llegada de un terrorista islámico
desde Irak o Siria dado que la epidemia de ébola se está produciendo a tres
horas en avión de la Península Ibérica y un virus es más difícil de detectar en
un individuo que un arma o un explosivo.
Las mangas deberíam sellarse con velcros y no con cinta de embalar dificil de quitar |
No obstante, cuando se utilizan medios de protección los
riesgos se limitan a tres: 1º Que los medios de protección utilizados sean los
correctos por lo que utilizando un traje de protección de nivel 4 siempre estaremos
ante un medio correcto por el simple motivo de que ya no existen medios de
mayor protección, 2º que los medios de protección funcionen correctamente no
siendo previsible que existan fallos en su fabricación puesto que son sometidos
a duras pruebas de calidad antes de salir de fábrica y 3º Que los medios de
protección se utilicen correctamente, estando ahí precisamente donde puede
encontrarse el principal factor de riesgo porque un medio de protección de
nivel 4 no es una camiseta que uno se mete por la cabeza sacando los brazos por
las mangas, sino que presenta dificultades en su colocación y retirada y, por
supuesto, representa cierto agobio e incomodidad, mientras se utiliza, por lo
que es más que dudoso que se pueda capacitar a una persona para su uso en una
breve charla de media hora. Por ello surge una nueva pregunta que puede indicar
otro fallo en el protocolo ¿La existencia de un único paciente aislado exigía
la urgente preparación en la utilización de trajes de seguridad de personal sin
experiencia previa en la utilización de los mismos? ¿No había ya en España
personal altamente cualificado y preparado en el uso de esos trajes?.
Evidentemente, para el tratamiento de uno o dos pacientes localizados y
aislados se pudo echar mano de las unidades sanitarias de NBQ (Nuclear,
Biológico y Químico) que posee el ejército y que son expertas en el tratamiento
de enfermedades infecto contagiosas y en el uso de trajes de máxima protección
sin necesidad de tener que formar deprisa, corriendo y de forma insuficiente al
personal sanitario del Hospital Carlos III.
Finalmente, en España también se echa de menos un
protocolo para prevenir la llegada a nuestro país de nuevos casos a causa de la
natural deambulación de las personas y que puedan terminar descontrolándose. Así,
mientras que Rusia ha impuesto una cuarentena de 21 días a todas las personas
procedentes de las zonas epidémicas que llegan a sus aeropuertos y Estados
Unidos les hace pasar un somero reconocimiento médico, en España aún no se ha
tomado ninguna medida similar por lo que nuevamente estamos dejando
protagonismo a la excesiva confianza y a la improvisación.
En esta cuestión, lo que se podría hacer es que todos los
cooperantes (personal sanitario) que regresen a España de las zonas epidémicas
donde han estado tratando directamente con enfermos de ébola, no lo hagan en
aviones de líneas regulares sino en vuelos especialmente fletados por el
gobierno para su regreso tomando tierra en alguno de los varios aeropuertos que
se encuentran sin tráfico aéreo donde se podrían instalar unidades médicas de
aislamiento a fin de hacerles las pruebas médicas pertinentes e imponerles una
cuarentena si es preciso.
Respecto a los demás ciudadanos que simplemente vengan de
las zonas epidémicas las medidas que se podrían adoptar podrían ser desde las
que se están tomando en Estados Unidos hasta la cuarentena impuesta en Rusia,
todo ello para minimizar los riesgos de una extensión incontrolada del virus en
nuestro país.
Por último es de indicar que ningún gobierno del mundo tiene
en sus manos el poder para evitar que casos de ébola lleguen a sus respectivos
países, pero la irresponsabilidad y precipitación con la que ha actuado el
Gobierno español desde que decidiera repatriar al primer misionero a mediados
de Agosto y la falta de previsión con la que aún está actuando equivalen a
comprar todas las papeletas para que nos toque el premio.
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