Un buen
amigo, miembro también del Instituto Mounier y gran jurista me ha enviado sus
reflexiones de reclusión. Coincido en sus apreciaciones. Y valoro muy
positivamente el juicio que le merece el descontrol de las residencias de
mayores, en los que se ceba el mayor número de contagios y de muertes por este
coronavirus.
Dice, con razón, que no podemos
decir que esta pandemia se deba ni a un castigo divino ni al neoliberalismo
individualista. Sobre esto último, quisiera hacer una puntualización.
Efectivamente el paso del virus de
una especie animal a la humana no se debe al sistema económico vigente. Pero su
rápida propagación a todo el planeta, ¿no tiene que ver con el modo de vida que
nos impone el neoliberalismo global?.
¿Y el que algunos se estén
enriqueciendo con el negocio de los medios de protección, respiradores, test de
diagnóstico y medicamentos? ¿O con sus juegos de bolsa con el petróleo, las
divisas y los alimentos, aprovechando esta coyuntura? ¿Cómo actúan estos días
los grandes capitalistas? ¿No se están beneficiando de esta crisis sanitaria y
económica?.
¿Y el resto de la población? ¿No
vemos por un lado abundantes rasgos generosos de solidaridad y por otro
muestras de egoísmo acaparador y de desprecio pícaro de las normas impuestas
para esta situación dramática?.
Decretados los estados de alarma con
una declaración de guerra a la pandemia, vemos a los gobiernos titubear sobre
el alcance de las medidas a adoptar. Acuden a comités de expertos para que les
asesoren y les indiquen posibles vías de actuación. ¿Piensan en el Bien Común o
están pendientes de su efecto en próximas elecciones? ¿No tenemos que hacer las
mismas preguntas ante las posturas de los partidos de oposición?.
Me temo que lo que está en juego
también es el aprecio popular por las instituciones democráticas. ¿No parecen
ser más eficaces los regímenes totalitarios como el chino, donde primero se
manifestó la epidemia?. Disciplina unitaria, control de las noticias y obediencia
ciega ¿serán necesarios en esta situación de guerra?.
Y cuando pase la pandemia, ¿se
deseará volver a lo anterior o habremos aprendido la lección? ¿Se fortalecerán
las actitudes de solidaridad compasiva y de apoyo a los débiles o reincidiremos
en la destrucción de la naturaleza y en olvidarnos de las víctimas?
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