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lunes, 28 de enero de 2008

EL BICENTENARIO DEL 2 DE MAYO DE 1808


En este año, 2008, recién estrenado y siguiendo la tradición iniciada en 1964 con la conmemoración de los “Veinticinco Años de Paz” y continuada después con las conmemoraciones fallidas del “Quinto Centenario del descubrimiento de América”, “El Quinto Centenario del Nacimiento de Carlos I”, “Los Veinticinco Años de la Constitución” y la reciente, aunque más exitosa, del “Setenta Aniversario de su S.E. el Jefe del Estado” se anuncia ahora a bombo y platillo la conmemoración del bicentenario de la sublevación del pueblo de Madrid contra el ocupante francés.
A diferencia de las otras conmemoraciones mencionadas y celebradas desde 1975, se pretende que esta sea más popular y masiva y por tanto tiende a ser más politizada adoleciendo, como todas las anteriores, de multitud de errores e inmoralidades.
El primer error y, además, error académico, es centralizar los actos iniciales de la Guerra de la Independencia en la ciudad de Madrid, ignorando que una guerra es un acto colectivo y no individual en el que, aunque pudiendo sobresalir personalidades individuales, todos los actos por insignificantes que parezcan y todos los individuos por muy anónimos que sean cuentan. De este modo se centrará la conmemoración en torno a la fecha del 2 de Mayo, pasando a un segundo plano la “Declaración de Guerra” del Alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, y la organización provincial de las “Juntas” que serían fundamentales en la organización de la guerra y posterior victoria sobre el invasor. Este calculado “error” sin duda obedece a una tendenciosidad política de la conmemoración porque aprovechando la fecha del 2 de Mayo de 1808 lo que realmente se pretende reivindicar es el contenido de la vigente constitución de 1978 utilizando la conmemoración como una piedra para descalabrar al oponente político identificando la Guerra contra el Invasor como una guerra nacional cuando realmente fue una guerra ideológica del pueblo llano español contra los ideales de la Revolución Francesa personalizados en aquel momento en el Soldado Francés.
Por otro lado, nos encontramos con la inmensa inmoralidad que muestran los políticos españoles que, pretendiendo conmemorar este año el bicentenario del 2 de Mayo de 1808 y poner coronas florales en el Cementerio de La Florida donde descansan los cuerpos de los héroes de aquella jornada, son capaces de militar filosófica y políticamente en los ideales de la Revolución Francesa de 1789 y de llevar una política de subordinación a Potencias Extranjeras, como muestra el hecho de que los dos partidos mayoritarios en la política española solicitaran unánimemente, en el año 2005, el voto afirmativo a la llamada Constitución Europea redactada unilateralmente por el francés Valery Giscard d´Estaing cuyo aprecio por España y los españoles es público y conocido.
La Guerra de la Independencia, que comenzó en el año de 1808 y en la que la fecha del 2 de Mayo solo constituye un suceso importante, pero no decisivo en la victoria final sobre el francés; fue una guerra que hizo el conjunto de los individuos y pueblos de las Españas privados todos ellos, en aquellos momentos, de toda institución pública, pues recordemos que las mejores unidades del Ejército Español se encontraban en Dinamarca bajo el mando del Marques de la Romana, El Rey Carlos IV y su sucesor Fernando VII se hallaban en Francia cometiendo felonía ante Napoleón y no poca nobleza y demás clase dirigente buscaban en la corte del Rey José Bonaparte conservar sus prebendas con el nuevo régimen. En palabras del viajero británico John Ford, en la España que se levantó contra Napoleón “todo fue noble menos la nobleza” y siendo por tanto a ese noble pueblo español que, huérfano de instituciones y de clase política, se levantó contra la esclavitud que le imponía un extranjero al que hay que rendir homenaje, lo mejor que pueden hacer los políticos y las instituciones oficiales actuales como herederas de las de antaño es bajar la cabeza y permanecer calladas porque, entre otras cosas, tal vez fue esa orfandad institucional la que permitió que en 1808 los españoles lucharan todos juntos contra el enemigo extranjero en vez de enfrentarse los unos con los otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran bitácora. Que sepas que algunos estamos en tu línea. No abandones este proyecto.

DPFR

Anónimo dijo...

Agradezco su comentario de aliento y le aseguro que he iniciado este proyecto que ya hace meses inicié en otro servidor con gran ilusión pues pretendo servir a la Causa, que creo que nos es común, tanto desde el punto de vista cultural, como histórico, como político.
En este sentido le agradecería infinito, pues soy nuevo en este servidor (blogger), que me indicara si lo sabe, como puedo hacer para publicitar más aun esta bitácora y que tenga más difusión.
También le agradecería que me hiciera algún comentario al artículo “Así pienso”.
Un saludo. DPFR

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