Ignoramos que ha sido y en qué quedó el proyecto legislativo del anterior gobierno popular del Sr. Aznar de realizar una “Ley de Calidad de la Enseñanza”, pero lo que sí sabíamos es que dicha Ley no ampliaba los planes de estudios ni modificaba sus contenidos con lo que de la misma se había desplomado inmediatamente la palabra calidad y la de enseñanza se tambaleaba gravemente, como si el verdadero objetivo del Gobierno Popular de Su Majestad fuera reducir el numero de licenciados universitarios que cada año salían y salen de nuestras universidades a fuerza de poner obstáculos a la salida del bachillerato, con el llamado examen de reválida contemplado en aquella ley y a la entrada en la universidad, con las oportunas pruebas de acceso, porque el verdadero peligro del examen de revalida no era, como pretendían los estudiantes, la exigencia de aprobarlo sino que en ese examen se iban a exigir conocimientos que los Planes de Estudios ni contemplaban ni contemplan por lo que solo podrían superar dicha reválida los estudiantes cuyas familias disfrutasen de capacidad económica suficiente para completar y ampliar los estudios oficiales con estudios en academias privadas o con profesores particulares.
Una verdadera "Ley de Calidad de la Enseñanza" debería contemplar una modificación total del sistema educativo con la ampliación y modificación de los planes de estudios ya que los conocimientos objetivos necesarios en un joven del año 2009 son mayores a los de un joven de 1900 aunque los conocimientos del primero no excluyen ni desechan los del segundo, por tanto se impone como realidad que el estudiante del presente debe estudiar mas materias que el estudiante del pasado. Pero además una "Ley de Calidad de la Enseñanza" no puede elaborarse, ni siquiera idearse, sin tener en cuenta los tres factores que influyen en la formación de los jóvenes (¿Y de las jóvenas?), a saber: educadores (factor este que incluye tanto a personal docente como a familiares), educandos y entorno social. EI panorama que presenta el primer factor es de lo mas desolador y desalentador. Es manifiesto, evidente y se mastica en el ambiente que el niño primero y el joven después, resulta un estorbo a su entorno familiar mas cercano, el cual tiene la primera responsabilidad en la educación inculcando pautas correctas de conducta, en cambio, la generalidad de los progenitores, ignorando este aspecto de la paternidad, considera el centro educativo como un "aparcamiento" donde el educando pasa X horas al día permitiendo a los padres la dedicación a otras ocupaciones (Aquí y a título de ejemplo se podría mencionar la actual medida de la Comunidad de Madrid de abrir determinados centros escolares en Domingo para que acudan los menores). Con esto se produce una inhibición en la educación por parte de la familia y una derivación total de la responsabilidad educativa al personal docente de los centros escolares quienes tienen una muy disminuida potestad correctiva tanto porque las leyes así lo contemplan como porque no resulta practico que el maestro tenga una potestad correctiva mayor a la que ejerce o puede ejercer la familia, es decir, en justa puridad al maestro Ie corresponde en mayor medida inculcar conocimientos en el joven y solo en una medida mínima corregirle, mientras que a la familia Ie corresponde justamente lo contrario, inculcar mas pautas de conducta correcta en el educando y en menor medida inculcarle conocimientos. La escasa o nula participación de la familia en la educación genera que en las aulas de los centros escolares, sobre todo públicos, existan problemas de adaptación en los educandos que no admiten de buen grado la más mínima presión lo que lleva a una especie de "Kermesse Académica" donde el personal docente es incapaz de imponerse a sus alumnos e inculcarles el habito de estudio y los conocimientos necesarios con la aparición del consiguiente derrotismo en estos profesionales quienes terminan por desistir de toda búsqueda de efectividad en su trabajo. Ahí sin duda se encuentra, y no en otro sitio, el origen del elevado índice de fracaso escolar de nuestro país y el gran numero de bajas laborales por depresión entre el personal docente.
En cuanto al factor constituido por los educandos es el que menos problemas genera pues su formación depende casi exclusivamente del comportamiento y funcionamiento de los otros dos factores hasta el extremo de poder afirmarse que, para bien o para mal, los jóvenes no son mas que lo que sus familias, profesores y entorno social han hecho. En el proceso educativo, el educando es pura voluntad sin que sea necesario que tenga una voluntad inmensa, solo basta con que tenga la mínima voluntad de asimilar conocimientos, el mínimo interés por aprender.
Por ultimo nos encontramos con el tercer factor mencionado, "el entorno social", este esta constituido por el mundo amplio que rodea al educando, es decir por los usos y costumbres sociales en los que esta inmerso y al igual que con el primer factor el panorama es dramático. Aun en el supuesto de que los educadores desarrollaran con completa perfección su labor y el educando tuviera ese mínimo interés por aprender que es necesario, todo el sistema educativo fracasarla si el entorno social estuviese en las antípodas de los objetivos de dicho sistema. Hoy ese entorno social es nefasto ya que la sociedad actual, lejos de tener unos principios éticos-morales claros, difunde, preconiza y, conscientemente o no, hace apología por sus medios de comunicación de valores desconocidos llegando a elevar a poco menos que a la condición de héroes a aquellos que triunfan a base de omitir la deontológica discreción en la práctica del arte mas antiguo del mundo, a aquellos que viven de la usura y del latrocinio y, en definitiva, a aquellos que incrementan su patrimonio sin que se tenga conocimiento de su oficio y beneficio. Con este entorno social ¿Cómo se puede inculcar al educando el mas mínimo espíritu de sacrificio necesario para el estudio cuando desde los medios de comunicación se viene "exaltando" a aquellos que no tienen mas merito que lucir el palmito en "glamourosos" programas televisivos que desprenden ese olor propio del detrito?
En definitiva, si los sucesivos gobiernos que nuestro país viene padeciendo desde hace décadas tuvieran realmente la intención de conseguir una enseñanza de calidad que acabase con el fracaso escolar y diera una formación plenamente válida y adecuada a los escolares deberían modificar y ampliar los planes de estudios y sobre todo, ante todo y por encima de todo, deberían acabar con el caos axiológico que los mismos han contribuido a implantar en nuestra sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario