Obra del pedagogo anarquista don Francisco Ferrer i Guardia y publicada tras su ejecución en 1909, “La Escuela Moderna” es la historia y justificación de una institución educativa creada en 1901 como alternativa tanto a la educación oficial estatal de alto componente religioso como a la Institución Libre de Enseñanza y cuya lectura no deja de ser interesante al comprobarse como, con el paso del tiempo, muchos de sus postulados, a pesar de haber sido fuertemente combatidos a principios del Siglos XX, han sido aceptados y puestos en funcionamiento por el sistema educativo oficial desde los años setenta del pasado siglo.
“La Escuela Moderna” recoge la historia de esta institución pedagógica así como cuales eran sus medios y sus fines constituyendo un ejemplo de lo que se deseaba que fuera una educación puramente racionalista.
En cuanto a los medios pedagógicos, Francisco Ferrer proponía la coeducación de ambos sexos así como salidas al campo de los alumnos y visitas a centros de trabajo creando un entorno de máxima libertad para los niños a los cuales se les fomentaría la inteligencia creativa mediante la redacción de las experiencias adquiridas en las distintas excursiones campestres.
Especial dedicación tiene “La Escuela Moderna” al cuidado y fomento de la higiene tanto en la escuela como en el entorno familiar del niño teniendo en cuenta que en la época de la fundación de esta institución la tuberculosis, los piojos y las infecciones de toda clase afectaban principalmente a las familias más pobres e impedían la correcta escolarización de sus hijos al obligarles a perder numerosas horas lectivas.
En la actualidad y desde hace ya bastantes décadas estas innovaciones propuestas por Ferrer i Guardia han sido adoptadas por el sistema educativo español con bastante éxito y aceptación siendo de lo más normal la implantación de la enseñanza mixta de niños y niñas, las inspecciones sanitarias en el centro escolar y los llamados viajes de estudios.
Por lo que se refiere a la finalidad de la Escuela Moderna, Ferrer explica que desea desvincular la formación educativa de todo dogma religioso dando lugar a una educación laica en la que solo tenga cabida las verdades demostradas racionalmente. Es precisamente en este sentido donde el fundador y autor de “La Escuela Moderna” se deja llevar por sus fobias particulares y cae en más de un error, en primer lugar, porque no se puede estudiar ni entender la cultura occidental sin estudiar e intentar comprender al cristianismo y, en segundo lugar, porque las verdades científicas solo son tales mientras no aparezca un avance científico posterior que las desmienta. Así por ejemplo, es de indicar que durante bastantes años la Tuberculina descubierta por Koch se creyó científica y racionalmente una cura de la Tuberculosis, hasta que años después se descubrió, de igual forma, racional y científica, que tan solo era un medio diagnóstico y no un remedio terapéutico.
“La Escuela Moderna” no solo se opone a la formación religiosa en la escuela sino que también hace objeciones a la educación racionalista y laica implantada en la Francia de la III República y la propuesta en España por Giner de los Ríos y su “Institución Libre de Enseñanza” porque en opinión de Ferrer “la educación clerical pretende hacer de los niños santos y la educación laica estatal pretende hacerlos esclavos servidores del estado”.
En la actualidad las innovaciones propuestas por “La Escuela Moderna” han sido ya superadas, unas porque han sido adoptadas por el sistema educativo y otras porque un sistema educativo, cualquiera que éste sea, para ser efectivo y eficiente ha de carecer de todo prejuicio y, no nos engañemos, Ferrer i Guardia tenía prejuicios que materializó en su institución educativa, pero que, aún así, en nada desmerecen su aportación al desarrollo de las técnicas docentes porque precisamente es a base de errores y de propuestas, más o menos realistas o idealistas, como se produce el desarrollo de la humanidad.
5 comentarios:
Tenía prejuicios, sí, pero uno de las actitudes que más sorprenden de las escuelas herederas de la Escuela Moderna es la atención que prestan a luchar contra los propios prejuicios, en darse cuenta de ellos, en intentar no impartir la dogmatica anarquista a los alumnos.
Si lo consiguieron mucho o poco, es otro tema.
Que se dieran cuenta, es mucho.
Para muchos, Ferrer fué un martir.
Los logros de la Escuela Moderna quedan demostrados en el hecho de que hoy en día en los colegios y escuelas españolas, los métodos pedagógicos de viajes de estudios, revisiones médicas y formación mixta, se han generalizado.
Por otra parte, no dudo que Ferrer sea un mártir para unos, para mi fue un perseguido sometido a un juicio vergonzoso en el que pagó con la vida su absolución en el proceso de Mateo Morral (bibliotecario que fue de La Escuela Moderna).
Los logros de la Escuela Moderna quedan demostrados en el hecho de que hoy en día en los colegios y escuelas españolas, los métodos pedagógicos de viajes de estudios, revisiones médicas y formación mixta, se han generalizado.
Por otra parte, no dudo que Ferrer sea un mártir para unos, para mi fue un perseguido sometido a un juicio vergonzoso en el que pagó con la vida su absolución en el proceso de Mateo Morral (bibliotecario que fue de La Escuela Moderna).
La escuela moderna necesitaba salir en un estado donde la única educación era la que impartían los religiosos. Fue una idea feliz y positiva, aunque al pobre Ferrer i Guàrdia le costó la vida. Como las madres, esposas, novias y hermanas de los soldadicos para Marruecos montaron oleadas de protesta, el Estado aprovechó el caudal del Pisuerga por Pucela cargándose revistas satíricas y fusilando al pobre Ferrer i Guàrcia. Puertas al campo, aunque sea con agujeros de bala.
Estimada Juli Gan: Hay que recordar que la Escuela Moderna no solo se posiciono contra la escuela confesional, sino también contra la escuela laica oficial y contra la Institución Libre de Enseñanza por su elitismo.
Al pobre Ferrer, le tenían manía desde 1903 año en el que le encausaron por el atentado de Mateo Morral, muy posiblemente por sus amistades con Ruiz Zorrilla y algún que otro lider de la I República (habría mucho que decir de aquel atentado) no parando hasta que acabaron con él tras un juicio que resulto una farsa.
Salud y Amistad
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