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lunes, 21 de noviembre de 2016

TÓPICOS ERRÁTICOS SOBRE LA POLÍTICA NORTEAMERICANA


El Asno, símbolo del Partido Demócrata Norteamericano

La enorme expectación que desde siempre despiertan las elecciones presidenciales norteamericanas en el mundo resulta muy lógica y se explica por la decisiva influencia que tienen los Estados Unidos de América en la política y en la economía mundial. No obstante, la aparente bipolarización política norteamericana entre Demócratas y Republicanos hace que los ciudadanos españoles que asisten como meros espectadores a los comicios electorales norteamericanos tengan sus preferencias en los mismos según y conforme sean sus preferencias políticas en España, trasponiendo sin más las condiciones políticas españolas a las condiciones políticas norteamericanas e incurriendo en una serie de tópicos erráticos que no dejan de poner de manifiesto la gran ignorancia de lo que es la política y la historia estadounidense.

            La base de la errónea apreciación que de la política norteamericana tienen los europeos en general y los españoles en particular parte de la falsa creencia de que la política interior estadounidense está condicionada, al igual que la española y  europea, por una bipolarización Izquierda/Derecha, cuando realmente en Estados Unidos no existe esa bipolarización política porque los dos únicos grandes partidos que presentan candidatos a las elecciones presidenciales  con verdaderas posibilidades de ganarlas, el Partido Demócrata y el Partido Republicano, son simplemente dos marcas distintas para una misma política: la política liberal capitalista anglosajona.

            Partiendo del error de la bipolarización política Izquierda/Derecha en Estados Unidos, el espectador europeo en general y español en particular tiene la imperiosa necesidad de situar a cada uno de los partidos políticos norteamericanos dentro del polo político correspondiente adjudicándole sin argumento alguno y solo por puro desarrollo lógico de un razonamiento erróneo el papel de partido de derecha o de partido de izquierda. Así, por puro y simple convencionalismo carente de argumentación racional alguna, el Partido Demócrata resulta ser el "Partido de Izquierdas" de Estados Unido mientras que a su antagonista el Partido Republicano se le considera como un "Partido de Derechas".

            Desde 1801, Estados Unidos estuvo gobernado por un partido político denominado "Partido Demócrata Republicano de los Estados Unidos"  hasta que en 1824 el héroe de la guerra anglo-norteamericana de 1812 y fracasado candidato a la presidencia norteamericana en las elecciones de ese año, Andrew Jackson, decidió encabezar una escisión de dicho partido creando por todos los estados y territorios las bases para la fundación de un nuevo partido que en 1829 le llevaría a la presidencia y que en 1834 tomaría el nombre definitivo de "Partido Demócrata". Por su parte los restos del "Partido Demócrata Republicano de los Estados Unidos" se reorganizaron y en marzo de 1854 se refundaron en lo que ya se llamó el "Partido Republicano". Así pues, tanto el Partido Demócrata como el Partido Republicano son dos facciones de un mismo partido común que se separaron no por ninguna diferencia ideológica y que en ningún caso representaba la existencia un ala izquierdista y un ala derechista.

            Por motivos desconocidos, en Europa y especialmente en España  se identifica al "Partido Demócrata Norteamericano", con la izquierda mientras se considera al "Partido Republicano" de derechas. 
                            
El Elefante, símbolo del Partido Republicano Norteamericano


           No obstante, es de indicar que originariamente el "Partido Demócrata" fue activamente partidario de la esclavitud en los estados del Sur, mientras que en el Norte adoptó una posición contemporizadora con el esclavismo. Asimismo, en la segunda década del Siglo XX, el segundo Ku Klux Klan surgido en 1915 fue tan influyente en el "Partido Demócrata" que la convención de este partido celebrada en Nueva York en 1924 con motivo de la elección de candidato a las presidenciales de ese año es conocida como la "Convención Klanbake" dada la enorme presencia de delegados demócratas  que pertenecían al Klan y que bloquearon dicha convención hasta que el gobernador católico de Nueva York, Al Smith, retiro su candidatura a la nominación demócrata (1). Finalmente, es de recordar que fueron los presidentes demócratas Wilson y Roosevelt quienes, a pesar de haber sido reelegidos por la promesa de mantener a Estados Unidos al margen de las dos guerras mundiales, llevaron a cabo una importante labor para convertir a la opinión pública norteamericana en favorable a la intervención bélica, que corresponde a un presidente demócrata, Harry S. Truman, el dudoso mérito de haber lanzado dos bombas nucleares contra dos poblaciones y que fue el presidente demócrata Kennedy quien dispuso el embargo contra la Cuba revolucionaria, organizó el desembarco de Bahía Cochinos y comenzó la intervención norteamericana en Vietnam. Con estos antecedentes, resulta muy difícil entender el por qué la izquierda europea y española  se considera más partidaria de los demócratas que de los republicanos norteamericanos.

            Por su parte el primer presidente norteamericano del "Partido Republicano" fue Abraham Lincoln que, como todo el mundo sabe, introdujo en la Constitución Norteamericana la Decimo Tercera Enmienda en virtud de la cual se abolió y prohibió la esclavitud. Asimismo, fue el  presidente republicano Eisenhower quien inició la lucha contra la segregación racial en los Estados Unidos llegando a firmar el 6 de Septiembre de 1957 la Ley de Derechos Civiles y otro presidente republicano, Richard Nixon, culminó la política contraria a la segregación racial, puso fin a la guerra de Vietnam y mejoró notablemente las relaciones diplomáticas, rebajando la tensión, con la China comunista. Evidentemente, con estos antecedentes ignoramos por qué razón fuera de Estados Unidos se considera al "Partido Republicano" como un partido de "derechas".

            La política norteamericana carece de la bipolarización Izquierda/Derecha existente en Europa, está dirigida en exclusiva a satisfacer los intereses norteamericanos y por ello es totalmente pragmática careciendo de cualquier hipoteca ideológica y no guardando fidelidad a ninguna doctrina o filosofía política que no sirva a los intereses norteamericanos. Estados Unidos defenderá la democracia o no, la libertad o la represión, el libre comercio o el proteccionismo, apoyará a dictadores o a líderes revolucionarios según lo que le interese en cada momento (2).

            Mientras en España y en el resto de Europa se siga interpretando la política interna norteamericana como una pugna entre "derechas e izquierdas", entre "progresistas y conservadores", no se conseguirá nunca interpretarla adecuadamente  ni calcular su verdadero alcance resultando los ciudadanos del Viejo Continente decepcionados siempre por la política exterior norteamericana cuando no, simplemente, gravemente perjudicados.










(1) Con motivo del estreno de la película "El Nacimiento de una Nación" que influyó decisivamente en la revitalización del Ku Klux Klan en 1915, el presidente demócrata Woodrow Wilson llegó a afirmar que "Los hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de supervivencia... hasta que finalmente surgió un gran Ku Klux Klan, un verdadero imperio del sur, para proteger al territorio sureño".

(2) Al hablar de Eisenhower como el presidente norteamericano que inició la lucha contra la segregación racial y firmó la Ley de Derechos Civiles, no podemos omitir el hecho de que anteriormente había sido general del ejército estadounidense y fue precisamente en el seno del ejército norteamericano donde surgió la idea de acabar con la segregación racial a causa de que dicha segregación generaba una duplicidad de gasto al requerirse en cada base militar una zona para blancos y otra para negros con todos los equipamientos adecuados. Dicha duplicidad absurda de gasto generaba menos inversión en equipamiento militar por lo que la oposición a la segregación racial en el seno de la institución militar norteamericana obedecía en exclusiva a un interés práctico y no a cualquier filosofía sobre la igualdad de los seres humanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy me quedo con el penúltimo párrafo (y también el último, pero como segunda opción). Sí, deberíamos tratar de entender la cosmovisión norteamericana de manera muy muy diferente a como la hacemos. Sería un paso para descifrar muchos de sus comportamientos extraños para nosotros. Algo tan elemental como el concepto de la distancia es diferente al que tenemos nosotros. Algo tan “extraño” para nosotros como su poco interés por las vacaciones estivales se nos haría más digerible si no extrapoláramos nuestra visión de la vida.

Interesante artículo. Bien enfocado.

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