Prácticamente todas las obras escritas por el Premio Nobel de literatura de 1907, Rudyard Kipling (1865 – 1936), a excepción de sus cuentos infantiles, tienen una constante consistente en un claro elogio al imperialismo británico y en un más nebuloso, pero igualmente existente, elogio del militarismo imperial británico, tal vez dimanante de su trabajo como redactor en la “Civil and Military Gazette” de Lahore (India). No obstante, entre su producción literaria se encuentran dos poemas que ponen de manifiesto cierta militancia en la corriente filosófica vitalista cuales son “Si” (“If”) y “La Carga del Hombre Blanco” que constituyen la expresión de su concepto del hombre y su devenir existencial.
En el primero de ellos, “Si” (If) escrito en 1895, enumera poéticamente y de forma condicional los requisitos axiológicos necesarios que ha de reunir el ser humano para ser un hombre perfecto, recordando la teoría del superhombre elaborada en su obra por Frederich Nietzche, siendo equiparable el hombre de Kipling al superhombre de Nietzche y poniéndose de manifiesto en todo el poema, al utilizar la fórmula condicional, la teoría de la autosupresión; práctica imprescindible para alcanzar la condición de superhombre.
En cuanto al poema “La Carga del Hombre Blanco”, escrito en 1899, constituye una loa al trabajo y a los esfuerzos empleados por el mundo occidental en general y por la Gran Bretaña en especial en la colonización de África, Asía y Oceanía, pudiendo considerarse que el mencionado poema de Kipling es precursor del vitalismo cultural que años después perfeccionaría Oswald Spengler y que se nutre de numerosas teorías de principio del Siglo XX como es cierto darwinismo cultural en el que se sustentarían las teorías racistas del Conde de Gobineau.
Estos dos poemas, del que aquí reproduzco el primero, “Si”; y que deben considerarse esenciales en la cultura occidental no deben analizarse desde un punto de vista racista que siempre sería biológico, sino más bien deben verse como una manifestación de un conflicto entre culturas superiores y culturas inferiores.
En el primero de ellos, “Si” (If) escrito en 1895, enumera poéticamente y de forma condicional los requisitos axiológicos necesarios que ha de reunir el ser humano para ser un hombre perfecto, recordando la teoría del superhombre elaborada en su obra por Frederich Nietzche, siendo equiparable el hombre de Kipling al superhombre de Nietzche y poniéndose de manifiesto en todo el poema, al utilizar la fórmula condicional, la teoría de la autosupresión; práctica imprescindible para alcanzar la condición de superhombre.
En cuanto al poema “La Carga del Hombre Blanco”, escrito en 1899, constituye una loa al trabajo y a los esfuerzos empleados por el mundo occidental en general y por la Gran Bretaña en especial en la colonización de África, Asía y Oceanía, pudiendo considerarse que el mencionado poema de Kipling es precursor del vitalismo cultural que años después perfeccionaría Oswald Spengler y que se nutre de numerosas teorías de principio del Siglo XX como es cierto darwinismo cultural en el que se sustentarían las teorías racistas del Conde de Gobineau.
Estos dos poemas, del que aquí reproduzco el primero, “Si”; y que deben considerarse esenciales en la cultura occidental no deben analizarse desde un punto de vista racista que siempre sería biológico, sino más bien deben verse como una manifestación de un conflicto entre culturas superiores y culturas inferiores.
IF
Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan,y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto, sin fatiga en la espera;si engañado, no engañas, si no buscas más odio, que el odio que te tengan...
Si eres bueno, y no finges ser mejor de lo que eres; si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas, y los sueños no te hacen su esclavo; si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas al Triunfo, si llega tu Derrota, y a los dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la Verdad que has hablado,a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida, aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría tus ganancias de siempre a la suerte de un día;y pierdes y te lanzas de nuevo a la pelea, sin decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan, aun después de su fuga de tu cuerpo en fatiga, y se agarren contigo cuando no quede nada porque tú lo deseas y lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo, y guardas tu virtud.
Si marchas junto a Reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera, llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ni uno te precisa
Si llenas el minuto inolvidable y cierto, de sesenta segundos que te lleven al cielo...
Todo lo de esta tierra será de tu dominio, y mucho más aún: serás Hombre, hijo
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