Aunque la edición de las “Memorias” de Van Halen que presenta la editorial es extremadamente cuidada rozando el lujo de las antiguas joyas bibliográficas no deja de ser lamentable el sacrificio del más pequeño e insignificante de los árboles para dar a conocer las “Memorias” de semejante personaje.
Fue Juan Van Halen un espadón de segunda fila de entre los muchos que nos proporcionó el Siglo XIX español y cuyo aura de liberal defensor de la Constitución de Cádiz le valieron la fama y la fortuna en el pasado y el reconocimiento en el presente siendo todo ello tan inmerecido como injusto.
Juan Van Halen (1788-1864) nacido en Cádiz en el seno de una acomodada familia de origen holandés cursó estudios militares de los que se graduó como guardiamarina de la Armada Española en 1803 tomando parte, dos años más tarde, en la batalla de Trafalgar como subrigadier en la fragata Magdalena. El 2 de Mayo de 1808 le sorprende en Madrid, participando activamente en la lucha callejera contra el invasor francés y en la defensa del cuartel de Monteleón donde es herido.
Tras la batalla de Rioseco, se retira con el resto del ejército hacia Galicia recibiendo en El Ferrol el mando del cañonero Estrago con el que apoya la defensa terrestre de la plaza hasta su rendición en Enero de 1809. En esta fecha y apresado por las tropas francesas se le da a elegir entre servir a José Bonaparte o ser fusilado optando el “héroe” de la nación española por la primera opción.
Desde que Juan Van Halen se convierte en “Josefino” (soldado español al servicio de José Bonaparte) no deja de ascender en el ejército enemigo como prueba el hecho de que, nombrado oficial de la Caballería de la Grandee Armee, acude como invitado en París al bautizo del hijo de Napoleón al que llega a conocer en persona y a rendirle pleitesía. Los reveses sucesivos pero no decisivos que sufren los franceses en la Península Ibérica no le apartan de su lealtad al francés siguiendo fiel no se sabe bien si a José Bonaparte o a su equipaje hasta la batalla de Vitoria en 1812. En 1813, cuando la derrota de los ejércitos franceses en España ya es totalmente segura no duda ni un instante en desertar del ejército imperial y en pasarse nuevamente al bando español consiguiendo en 1814 mediante traición la entrega de las plazas ocupadas por los franceses de Lérida, Mequinenza y Monzón.
Tras la guerra de la independencia y seguramente por la mala imagen que debió dar su actitud tan voluble durante la misma no debió lograr los reconocimientos que su desorbitado ego requería y mostrándose una vez más como un soldado de fortuna, tras la fortuna recorrió el mundo, yendo en
Tal es el hombre, tal es el “héroe” del liberalismo español y tal es el “patriota” Juan Van Halen, un triple traidor que no dudó en traicionar a sus compatriotas que derramaban la sangre frente al francés por salvar su vida para después traicionar a su Rey José I, de quien tantos reconocimientos y favores obtuvo, por seguir conservando sus charreteras para finalmente, no haber dudado en traicionar a sus “hermanos liberales rusos” si el “Autócrata de Todas las Rusias”, Alejandro I, le hubiera concedido unas verstas de terreno y unos cuantos mujiks sobre los que descargar el látigo.
No obstante la vida y los hechos de Juan Van Halen deben conocerse porque su personalidad constituye el prototipo de hombre que lleva doscientos años encarnando y encaramándose en las Instituciones Españolas, sirviéndose del país y de su pueblo para su propio beneficio y que no conoce más nación que su propia persona ni más política que su propia economía.
13 comentarios:
Traducido a nuestros tiempos, Juan Van Hallen fue un hombre vanidoso, vehemente y profundamente comprometido, quizás para hacer una valoración de su persona tan aventurada sería preciso comprender el mundo y sociedad del la primera mitad del siglo XIX.
Seguro el comentarista, se habría quedado en las bodegas del Magdalena muerto de miedo en Trafalgar y no se habría escrito una sola letra sobre él que fuese digna de ser reeditada 200 años después.
Igualmente ha olvidado creo voluntariamente lo más destacable de su vida, Cuba recuerda a José Martí, Filipinas a José Rizal, los italianos a Garibaldi tanto como los estadounidenses a George Washington, pues bien Bélgica celebra anualmente su independencia de los holandeses la cual fue liderada por Juan Van Hallen, ha tenido monedas acuñadas con su efigie en dicho país y se le venera como el artífice de su identidad nacional.
Juan Van Hallen, un gran hombre, un aventurero, un temerario y sobre todo un valiente comprometido con la justicia y la libertad.
Como verá respeto la libertad de expresión y publico su comentario.
De todas formas le diré que efectivamente Juan Van Halen fue un aventurero, pero en el peor sentido de la palabra. Evidentemente, le reconozco que Juan Van Halen era un hombre inquieto... sus constantes cambios de bando (siempre del perdedor hacia el vencedor) le muestran como culo de mal asiento.
Efectivamente, tal vez en Trafalgar el comentarista ni siquiera se habría quedado en las bodegas mencionadas, sino que posiblemente jamás habría embarcado en buque alguno, pero eso sí... tampoco habría ido a lamer el culo a Nelson mientras marineros españoles caían bajo el fuego británico.
Que el Sr. Juan Van Halen sea considerado un héroe en Bélgica para nada cambia la circunstancia de que cuando cientos de españoles morían a manos del ejército francés él cambió de bando jurando fidelidad al rey francés José I para terminar abandonándolo cuando las cosas le vinieron mal dadas.
La consideración que le puedan tener al sr. Juan Van Halen en Bélgica no cambian ni los hechos ni sus malas acciones.
Y para terminar, y hablando de Bélgica, también le dire que en su día también fue considerado un héroe en Alemania el Sr. León Degrelle y el Sr. Vlasov pero ambos fueron lo que fueron en sus respectivos países.
Un saludo.
Juan Van-Halen Acedo
Me llamo Juan Van Halen y el tres veces traidor para usted era mi bisabuelo. Usted no se ha enterado ni siquiera de que el libro que comenta no es de la Editorial Devenir sino de la editorial Polifemo. Dentro de su desconmocimiento histórico olvida usted que fue uno de los dos oficiales de la Armada de intervino decisivamente en el Dos de Mayo y fue herido. Su condición de oficial josefino le vino de la Capitulación de El Ferrol. La Junta Central pidió a todos los oficiales que, por capitulaciones honrosas hubiesen jurado cumplir las claúsulas se incorporarán al Ejército josefino "en cometidos que no sipusieran hacer armas contra España". Este fue el caso. En la Casa de José I Van Halen no luchó nunca contra los españoles, y sí casi muere en uno de sus numerosos duelos con franceses. No le voy a contar el libro que no ha tenido la precaución de leer pñero sí de comentar. Tenía 3 Cruces de San Fernando y fue el jefe de la Independencia Belga de 1830. En 1814 su conducta en la Guerra de la Independencia fue premiada con un Voto de Gracias de las Cortes de la Regencia: liberó las plazas de Léridfa, Mequinenza y Monzón de manos de los franceses. O sea, usted no sabe nada. Usted da "lanzada a moro muerto" porque no sabe Historia y porque Van Halen fue masón y liberal y ganó dos de sus laureadas en batallas ganadas a los carlistas, y eso a usted no le gusta. Es como Zapatero que quiere ganar la guerra civil setenta años despuésd. Usted quiere gan ar batallas de una guerra del siglo XIX. Todo esto no se lo digo sólo como descendiente directo sino como miembro de la Real Academia de la Historia. Y, por cierto, lea usted el Diccionario Biográfico Español que en breve colgará la Academia en internet antes de su edición en papel donde se dedican varias páginas al general Van Halen. Y no lleve su encono hasta más allá de la muerte y, cuanto menos, no quede usted como un descomnocedor de lo que escribe o, algo peor: un falsario. A ver si desmuestra usted su respeto a la libertad de expresión. Cuando tiene que resaltar que lo hace, mal asunto. Estoyu a su disposición en la Real Academia de la Historia y en el Senado.
Muy Sr. Mío:
Como puede usted he reproducido íntegramente su comentario y aunque, he considerado la posibilidad de no contestarle, no puedo menos que indicarle lo siguiente:
En primer lugar, es cierto lo que usted dice de que la editorial que publica las memorias de su bisabuelo no es Devenir, sino Polifemo por lo que le pido disculpas por el error, sin que sirva de precedente.
En segundo lugar, tal vez la ira le haya cegado y no haya reparado que en mi artículo recojo el hecho de la participación de su bisabuelo en la gloriosa jornada popular del 2 de Mayo de 1808 así como su decisiva participación posterior en la toma de las plazas, entonces ocupadas por los franceses de Lérida, Mequinenza y Monzón, es decir, no oculto para nada aquello que su bisabuelo hizo a favor de España. No obstante, por muy bisabuelo suyo que sea, no puede usted negar que tras la capitulación de El Ferrol, el futuro general Juan Van Halen aceptó jurar lealtad a José I, mientras que aquellos que, tras la misma capitulación no hicieron tal juramento fueron fusilados por los franceses. A partir de ese momento, su bisabuelo forma parte de un ejército enemigo y aunque no disparara una sola bala contra un español, estuvo haciendo la guerra a los entonces aliados de España a favor de una potencia enemiga y por cierto… también es un hecho que el servicio en el ejército francés no debió serle tan desagradable, a pesar de las salvajadas que ese mismo ejército estaba haciendo en las Españas contra los españoles, cuando acudió al bautizo del Rey de Roma invitado por el propio Napoleón mientras que en España estaban muriendo españoles a manos del ejército de aquel tirano, lo cual no se puede considerar ni muy ético, ni muy moral, ni muy honesto, ni muy patriótico por parte de su bisabuelo.
Más aún, si al menos su bisabuelo se hubiera quedado en las filas francesas hasta el final y hubiera seguido el destino de destierro que acompañó a los afrancesados españoles, podría haber recibido otro juicio por mi parte, pues no hay mayor libertad que aquella de elegir la bandera bajo la que se desea servir (en este sentido hay que recordar al Conde de España, don Roger-Bernard-Charles d'Espagne de Ramefort, que siendo francés de nacimiento combatió en España contra el ejército francés, pero años después; cuando Luís XVIII, le solicitó que entrase a su servicio tuvo a bien contestarle: “Señor: toda la sangre francesa que tenía en las venas la vertí por las heridas que los franceses me causaron; solo me queda la sangre de mis antepasados españoles; soy, pues español y me quedo en España”), pero hay que recordar que, curiosamente cuando la suerte se vuelve adversa al ejército francés, su bisabuelo vuelve a cambiar de bando, se olvida de su juramento a Pepe Botella y es cuando se producen los hechos de Lérida, Mequinenza y Monzón, en los que, por cierto, se sirvió del uniforme francés que le pertenecía como soldado josefino, con lo cual surge la duda ¿Tales hechos fueron hechos por patriotismo o para ganar puntos ante los ya seguros vencedores de Napoleón? Y, en cualquier caso, no puede usted negar que violó su juramento de lealtad a Pepe Botella mordiendo la mano que le dio de comer (supongo que algo comería en el bautizo del Rey de Roma a costa de Buonaparte).
En relación con las dos laureadas ganadas en acciones bélicas contra nosotros, los carlistas, le diré que no tengo nada que objetar, al fin y al cabo, con tales antecedentes y siendo su bisabuelo, como usted mismo reconoce, liberal y masón, ¿De que bando, sino del “guiri”, podría ser general?... pero le recuerdo que los grandes generales de la historia, como el General Bonchamps, tienen muy claro que “La guerra civil no da gloria”.
Para terminar, le diré para sacarle de un gravísimo error, porque parece ser que ustedes no se quieren enterar: El Sr. Zapatero no pretende ganar la guerra civil de 1936-1939 setenta años después, sino QUE SETENTA AÑOS DESPUÉS, EL SEÑOR ZAPATERO HA LOGRADO GANAR AQUELLA GUERRA Y SIN PEGAR UN SOLO TIRO y si no me cree, como en el caso de su bisabuelo… ¡¡¡A los hechos me remito!!!.
Y yo también quedo a su disposición, aunque me temo que en más modestos lares.
Juan Van Halen.
Muy señor mío: No era ira, era pena por sus "alegrías históricas". Gracias por su prueba de libertad de expresión. Usted no afirma nada nuevo, simplemente no tiene datos que oponer. Adjetiva la Historia, luego la falsea. Por ejemplo dice que Van Halen rindió pleitesía a Napoleón con ocasión del bautizo del rey de Roma. ¿Estaba usted allí? Me encanta que usted considere poco apreciables las tomas de Lérida, Mequinenza y Monzón. No coincide con la historiografía ni con lo que pensó la Regencia del Reino que hizo a Van Halen capitán de Caballería y las Cortes le felicitaron. Consta en las actas. En la toma de El Ferrol TODOS los oficiales aceptaron la capitulación y siguieron la instrucción de la Junta Central. Van Halen sólo fue óficial de órdenes y el almirante Mazarredo consiguió que no hiciera nunca armas contra los españoles. Al final de la Guerra el barón de Eroles fue quien pidió a Van Halen un servicio especial a la causa nacional. El conde de España murió tirado desde un puente...y fue un general controvertido. Menudo ejemplo. Desde luego me encanta esa cita sobre el honor en las guerras civiles. Supongo que los carlistas devolverían sus condecoraciones y títulos nobiliarios conseguidos en las guerras civiles. Pero no fue así. Los cnvalidaron. Todavía hoy lo hacen. Estoy también a su disposición, con la diferencia de que yo le digo mi nombre y dónde encontrarme y usted se esconde en un seudónimo. Y, por si le sirve de algo, le diré que yo en la época de mi antepasado hubiese sido muy probablemente carlsta, sencillamente porque se forzó la Ley. Y no hubiese sido, obviamente masón. No sea tan pesimista en lo de Zapatero. Esperemos que no tardando mucho no se salga con la suya aunque coincido con usted en que ahora...lo parece. Y mucho. Otra vez gracias. Y saludos.
Muy Sr. Mío:
Tras volver a publicar su nuevo comentario, paso a contestarle.
En cuanto a mis “alegrías históricas”, no son tales, sino más bien son pena por la clase de personas que han dirigido y dirigen nuestro país… al fin y al cabo, España lleva siendo manejada por los mismos doscientos años. Dice usted que falseo la historia y pone como ejemplo que digo que su bisabuelo rindió pleitesía a Napoleón con motivo del bautizo del hijo de éste. Dígame usted: ¿Estuvo su bisabuelo en el bautizo del Rey de Roma? ¿Sí o no?. ¿Y no es la asistencia a tal acto social y oficial un acto de público homenaje?. Su bisabuelo bien pudo haberse excusado de acudir, pero no lo hizo.
El Barón de Eroles no se fiaba mucho de su señor bisabuelo ni de la voluble actitud que había mostrado y por eso le exigió como prueba de sinceridad un servicio especial a la causa española del que resultó la toma de Lérida, Mequinenza y Monzón, pero no obstante también le recuerdo que en aquel momento el futuro general Van Halen estaba obligado por el juramento prestado a Pepe Botella y por tanto fue desleal con él.
Ciertamente el Conde de España murió asesinado víctima de una de las muchas conspiraciones que inundaron el campo carlista al final de la I Guerra Carlista fomentadas por los liberales y concretamente por Aviraneta, que posiblemente fue y es el único liberal español que ha servido para algo. Que el Conde de España fuera un general controvertido, no lo dudo, pero es que ¡¡¡Hay tantos generales controvertidos en la Historia de España!!!.
Me complace que le agrade mi cita sobre las guerras civiles, no es mía. Es como indiqué del General Vandeano Bonchamps, pero le diré que, si bien es cierto que los carlistas no devolvieron sus condecoraciones ni los títulos obtenidos de los reyes legítimos de las Españas, no es menos cierto, que a tenor del estado de conservación que aún hoy, doscientos años después, se encuentran dichas condecoraciones carlistas; no se puede afirmar que las lucieran mucho en salones y saraos y por lo que se refiere a la convalidación de títulos resulta muy claro que aquel que busca la convalidación de un título concedido por cualquiera de los Reyes Legítimos en cualquier autoridad que no es la del Rey Legítimo, se convierte en un Cabrera cualquiera y esta haciendo un acto tácito de reconocimiento de la ilegitimidad y por tanto, moralmente, se queda sin derecho al título que pretende convalidar y cuya convalidación se convierte en una especie de pago por tal reconocimiento tácito. Por cierto… que habiendo salido a relucir el nombre del exgeneral Cabrera, le puedo decir a usted que a este personaje también le aplicaría opiniones similares a las vertidas sobre el General Van Halen, pero no por que hubiera abandonado a Carlos VII, al fin y al cabo las ideas que se tienen a los veinte años pueden no tenerse a los cuarenta, sino porque terminó uniéndose a los asesinos de su madre.
Me manifiesta que, en la época que le toco vivir a su bisabuelo, usted hubiera sido muy probablemente carlista porque se violó la ley… pues mire… no se si es consciente de que con tal afirmación esta reconociendo la legitimidad de don Carlos V y de la rama carlista hasta el día de hoy (y más allá) ya que solo los actos dispuestos por los representantes de la dinastía legítima pueden considerarse legales, así pues la regencia instituida en la persona de don Javier de Borbón-Parma por S.M. Alfonso Carlos I, es la única regencia legítima y legal que ha tenido nuestro país desde la muerte de Fernando VII. La posterior aceptación de las obligaciones como Rey por parte de don Javier I, quién no quedaba excluido por la regencia de sus derechos al trono de San Fernando, le convirtieron en Rey Legítimo y de Derecho de las Españas, legitimidad ésta que, hoy, ostenta S.M. Carlos Hugo, como su primogénito.
Para terminar, lamento ratificarme en mis opiniones sobre Zapatero… aunque me alegra saber que usted no sería masón en el siglo XIX, pero al hilo de esto, me surge una gran pregunta ¿Qué opinión tendría su bisabuelo de las opiniones que usted ostenta sobre el “hermano” Zapatero?.
Reciba un cordial saludo.
Gracias por la nueva prueba de su atención. Claro que sé lo que digo cuando afirmo que muy probablemente en aquella época yo hubiese sido carlista. Y acaso le sorprenda que en 1976 fui coordinador de la colección de fascículos "Los líderes" editada por la Editorial "Nueva Europa" (apareció en Alemania y en España) y el fascículo número 16 lo dediqué a don Carlos Hugo de Borbón. Conversé largamente con él en Madrid (calle Hermanos Becquer) y en la frontera franco-navarra. El fascículo quedó muy bien. Me pareció una persona muy formada. En cuanto al general Van Halen, antes de su retorno a la disciplina nacional, visitó a José Bonaparte en Morfontaine y rompió en persona con él; entendió que ya no permanecía el juramento debido a la capitulación de El Ferrol en 1809. Y, por otra parte, Van Halen fue al bautizo del Rey de Roma como oficial de órdenes de José. No tengo que justificar nada, pero la Historia narra los numerosos duelos de Van Halen con oficiales franceses. Uno de ellos con el coronel Montegler le llevó a las puertas de la muerte. Y creo que todo eso ya lo juzgaron las Cortes de la Regencia que le aclamaron en su sesión del 18 de marzo de 1814 y le otorgaron un Voto de Gracias por sus servicios. En fín, usted opina que fue tres veces traidor, y yo no lo considero tal. Respeto su opinión, pero no la comparto. Lo que opinase mi antepasado por mi posición sobre la masonería y el "hermano" Zapatero obviamente es una hipótesis de pasado, imposible desde su tiempo al mío, y, en todo caso, no me quita el sueño. Yo soy yo en estos principios del siglo XXI y él fue él en el siglo XIX. Me encanta compartir con usted el amor por la Historia. Y, desde luego, estoy a su disposición con afecto.
Muy Sr. Mío:
En primer lugar decirle que mi comentario sobre las opiniones que su antepasado pudiera tener sobre las que usted tiene acerca del “hermano” Zapatero era una inocente broma ya que, como usted sabrá, se rumorea (y debe ser cierto) que el Sr. Zapatero es también masón.
Agradezco su buena opinión sobre S.M. Don Carlos Hugo y, aunque denoto entre las líneas de su comentario, que usted opina que el Carlismo es una cosa del pasado, no puedo compartir tal opinión, en primer lugar porque el ideario carlista ha estado desde su nacimiento en constante actualización y en segundo lugar porque, se quiera reconocer o no, el carlismo es el único ideario político que no se ha materializado en la política española y que no ha fracasado, por lo que aún a los españoles les queda la esperanza de que se materialice y no les defraude. Todos los demás idearios y partidos: el liberalismo, el socialismo, el conservadurismo…. Han tenido sus momentos de poder y, lejos de haber logrado constituir un estado coherente y justo, lo único que han logrado es desgastar al país y defraudar constantemente al pueblo español. ¿Acaso no se puede considerar caduco e ineficaz, incluso desde sus mismos orígenes, el régimen instaurado por la Constitución de 1978?.
En mi opinión los siglos son reflejos de las ideas y las ideas siempre terminan siendo cíclicas pues tras más de dos mil años de historia del pensamiento creo que hoy la originalidad de una idea se encuentra en la ignorancia de no saber que, aunque parezca dicha idea surgida en el momento presente; ya hubo otro pensador anterior que la sostenía siglos atrás. Fíjese usted que ahora mismo, en el Siglo XXI, estamos usted y yo, discutiendo sobre un tema del Siglo XIX que surge de una conmemoración casi institucional de la Guerra de la Independencia y que, desde las instituciones se está preparando para un futuro muy próximo conmemoraciones de hechos del XIX como son la Constitución de Cádiz y la Independencia de las Españas de Ultramar. Por cierto… que en la actual y apasionada defensa que se hace desde las instituciones de la Constitución de 1978 hay mucho, en las formas, en los modos y en las substancias, de aquella idealización apasionada y a mi modo de ver poco justificada, que se hizo de “La Pepa” (vamos que muchas veces se me viene a los oídos aquella cancioncilla liberal de “El Trágala”, sea esto dicho con sentido del humor).
Creo poder adivinar que usted se considera un hombre del Siglo XXI, pero realmente usted y yo somos también hombres del Siglo XIX y del Siglo X pues una persona es, consciente en algunos casos e inconsciente en la mayoría de ellos, la suma de todas las tradiciones, de todos los conocimientos científicos y filosóficos y de todos los acontecimientos históricos acontecidos en los siglos anteriores
En fin… lamento que mis opiniones sobre el general Juan Van Halen no sean de su agrado y que sus razonamientos no me hayan hecho cambiar de opinión, pero tenga la seguridad de que ha sido un placer debatir con usted sobre la figura histórica que indudablemente es su antepasado.
Reciba un cordial saludo quedando siempre a su completa disposición para debatir sobre cualquier aspecto o tema.
Gracias de nuevo. Ha sido muy reparador para mí haber mantenido este intercambio de ideas con una persona de cuya buena intención no dudo, un amante de la Historia y, además, un español con principios en un momento bastante pragmático y descreido de España. Le insisto en mi buena impresión de Don Carlos Hugo. Inteligente, preparado, cordial y con sentido del humor. Recuerdo cuando donó el importante Archivo del Carlismo al Estado Español, en un acto presidido por la entonces ministra de Educación, Cultura y Deporte doña Pilar del Castillo. Yo entonces presidía la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Senado. Otra cuestión curiosa que históricamente me resulta grata: don Javier combatió como oficial del Ejército Real de Bélgica, fundado en las Jornadas de Septiembre de 1830 por Juan Van-Halen que aún aparece en la cabecera de su escalafón histórico. Con aquel incipiente Ejército, que él fundó con voluntarios, se consiguió la independencia nacional. De Flandes huyeron desde su señorío los Van Halen y se instalaron en España por su condición de católicos. Porque Van Halen, que fue masonazo, era de una familia muy devota y él mismo murió en la fe, gracias a Dios, contando, ya anciano, sus aventuras en la bahía de Cádiz de su niñez. Una condición le une a los reyes carlistas y en última instancia histórica a don Javier: su valentía y la amplitud geográfica de sus hazañas. Don Javier luchó en los más varios escenarios, desde las trincheras de la Gran Guerra al maquis francés en la 2ª Guerra Mundial, sufrió perseciones, y murió en paz. Gracias otra vez, ha sido un auténtico placer.
...Y de acuerdo con sus interesantes reflexiones sobre la "Historia cíclica". Nada hay nuevo bajo el sol...salvo para los ignorantes. Claro que usted, yo, todos...somos españoles del siglo XXI pero también condicionados por el siglo XIX, o el siglo X... Cosa que el ignorante Zapatero (creo, como usted, que no erramos mucho si le llamamos "hermano" Zapatero) no entiende o entiende demasiado cuando trata de reescribir la Historia. Y no interprete desde ninguno de mis juicios que pienso que lo que representó, representa o pueda representar el carlismo es sólo pasado. Nadie mueve la Historia sin tener un anclaje en los pueblos. Y el Carlismo es obvio que movió -¿mueve, moverá?- la Historia. Otra vez gracias.
Estimado Sr:
Agradezco nuevamente los elogios que vierte sobre S.M. Don Carlos Hugo, así como sus excelentes opiniones sobre el Rey don Javier I.
La verdad es que no creo que fuera muy afortunada la cesión en comodato de parte del archivo de la Familia Real al Ministerio de Cultura, pues sinceramente… no considero muy adecuada la política museística y de archivos que existe en España, aunque espero estar equivocado al respecto. En este punto, he de indicar que considero absurdo el hecho de que el anterior Ministro de Defensa, el Sr. Bono, devolviera unas cúpulas rusas que se encontraban en un acuartelamiento español, cuando ningún gobierno de España ha exigido a Rusia la devolución, o al menos la búsqueda, de los bienes robados por los soldados soviéticos a los ciudadanos españoles tras la liberación de Viena en 1945. Concretamente robaron varias obras de arte pertenecientes a S.M. Alfonso Carlos I, entre las que se encontraba una hermosa espadas regalada por los carlistas valencianos a S.M. Jaime III y cuya empuñadura es una obra de arte modernista que representa a San Jorge con uniforme carlista matando al dragón. De todas formas, tarde o temprano, los archivos y documentos carlistas que están en el extranjero tendrán que volver a España al igual que los cuerpos de los Reyes Legítimos que, hoy yacen en el exilio de Trieste, tendrán que estar algún día en El Escorial.
En cuanto a lo que menciona de la masonería… yo creo que muchos españoles se afiliaron en ella en el Siglo XIX por simple moda y desconociendo que entraban en una organización secreta de obediencia estricta y que servia a intereses espurios… Fíjese en el caso del sobrino del General Mina, que fue obligado por la masonería a ir a Méjico para sublevarlo contra España para mayor interés de los británicos.
Por lo que se refiere al señor Zapatero… ignoro lo que pretende, porque en muchos casos la política del gobierno no tiene explicación lógica ni siquiera desde el punto de vista de una política de izquierdas y, en política, cuando no hay explicación lógica para lo que acontece solo queda acudir a la “Teoría de la Conspiración”.
Reciba un muy cordial saludo
Publicar un comentario