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lunes, 15 de febrero de 2010

HISTORIA DE LA CRISIS ECONÓMICA EN ESPAÑA

Con motivo del debate surgido sobre la edad de jubilación y de un posible (e imprescindible) pacto de estado sobre economía ha vuelto a tratarse la interminable cuestión de la crisis económica que nos oprime y que tiene unos orígenes mucho más antiguos que los indicados por los intereses partidarios de determinados políticos, cuyo hacer en el pasado no les exonera de responsabilidad con lo que esta ocurriendo en el presente.

La crisis económica que padecemos no es resultado de la pésima gestión del gobierno actual sino, por el contrario, es el resultado de treinta años de continuos errores políticos y económicos cometidos por todos los gobiernos de todas las tendencias que llevaron a nuestro país, bajo el pretexto de modernizarlo y adecuarlo a la entrada en la Unión Europea, a desmantelar su incipiente industria y nuestro sector agropecuario en vez de fomentarlos y apoyarlos buscando acuerdos comerciales con otros países a los que vender nuestros productos.

Tras la llamada “Reconversión” industrial, a mediados de los años ochenta del pasado siglo, donde el gobierno socialista de entonces liquidó en gran medida el sector industrial y vendió industrias banderas de nuestra economía como la SEAT a multinacionales extranjeras, se logró con cierto éxito reubicar a los trabajadores en paro en el sector de la construcción que empezó a despegar gracias a los fondos de cohesión europeos que propiciaron importantes obras públicas en infraestructuras y en el sector servicios, especialmente en el vinculado al turismo y a los fastos del Quinto Centenario. No obstante, en 1993 con la finalización de las Olimpiadas y de la Exposición Internacional de Sevilla, el paro aumento hasta los tres millones de desempleados poniendo en peligro el sistema público de pensiones al vaciar las arcas del estado.

En 1996, tras la llegada al poder del Partido Popular, éste consiguió salvar la situación mediante una técnica muy sencilla que recordaba las desamortizaciones del Siglo XIX, siendo su éxito pura apariencia. Para sanear las arcas públicas que se encontraban vacías y amenazaban con suspender los más elementales pagos a los pensionistas, no solo congeló los salarios de los funcionarios públicos, cosa que por sí sola no hubiera solucionado el problema, sino que recurrió a la tradicional política de deshacerse de activos públicos vendiendo inmuebles del estado ocupados por Ministerios y diversas instituciones, suscribiendo con el nuevo propietario contratos de arrendamiento y empezando una política de privatizaciones que a la vez que permitían al estado deshacerse de obligaciones que tenía que sufragar, reduciendo de este modo el gasto público, le llenaban la caja con los dineros que percibía por tales privatizaciones. Es decir, el gobierno del Partido Popular, consiguió salvar la casa vendiendo los muebles.


Durante los ocho años del gobierno popular no solo se privatizaron servicios públicos y empresas estratégicas que jamás debieron salir de manos públicas sino que además se optó de forma definitiva y, prácticamente, irreversible por el sector servicios y la construcción como base de la economía española. Con el auge de la construcción no solo aumentó la especulación sino que las arcas públicas recibían importantes ingresos procedentes de las plusvalías, del IVA y del impuesto de Transmisiones Patrimoniales, lo que unido al incremento de actividad del sector servicios logró que se alcanzase prácticamente el pleno empleo, se garantizasen las pensiones y se incrementase el número de cotizantes a la Seguridad Social hasta cifras históricas logrando unos excelentes indicadores macroeconómicos que, si bien nos situaban como la octava potencia económica mundial, no dejaban de ser ficticios al ocultar la realidad de que la economía española debía su expansión a la financiación exterior, al autoconsumo interior y a la pura especulación no existiendo un fuerte y competitivo sector de economía productiva.


En el año 2007, surge en Estados Unidos la crisis de las “Hipotecas Basuras” que tarda poco más de un año en alcanzarnos. Como resultado de la misma, decrece la financiación exterior que recibía España y se hunde el sector inmobiliario arrastrando consigo al sector servicios y reduciéndose, como es lógico, el consumo interior recortándose los ingresos que recibía la Hacienda Pública y disparando el gasto público en subsidios de desempleo y en protección social.


Y en esta situación nos encontramos. La construcción privada no consigue vender un millón de viviendas construidas en los últimos dos años, el estado ha de mantener los pagos imprescindibles a los funcionarios públicos y pensionistas y hacer frente a la creciente demanda de subsidios por desempleo por lo que ha tenido que recortar la financiación de obras públicas y otros gastos que ha generado a su vez más paro, el cual sigue creciendo y provocando el consiguiente desplome del consumo al carecer la gente de trabajo o tener expectativas de futuro muy dudosas.

Esta es la historia de cómo en los últimos treinta años, los españoles hemos vivido en una ilusión alimentada institucional y estadísticamente, dando la espaldas a una realidad económica que ahora nos ha explotado en la cara con toda su crudeza y de la que solo saldremos si aumentamos nuestra fe en nosotros mismos como pueblo y dejamos de confiar en todos aquellos que nos han conducido hasta esta debacle.



8 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un jodido socialista de mierda

El Chouan Ibérico dijo...

Muchas gracias por su atento, educado, profundo y razonado comentario.

Juli Gan dijo...

Durante años todo el mundo (el mundo que manda) aplaudía la actuación neoliberal, hasta que el club Bilderberg se ha cansado de que todo el mundo llegue con facilidad a una posición social aceptable. ¿Qué es eso de que puedas viajar lejos, comprarte un coche cuando te apetezca y mandar a tus niños a la universidad, asqueror@ currifichante (que dice el sr. Burns)? Se ha acabado el grifo. ¿Qué es eso de que la UE coja fuerza? Hay que atacar a Grecia, y luego a españa, Portugal, Italia...Hay que recortar pensiones, alargar la jubilación....pero pasta para defensa sigue habiendo. Y no nos van a untar vaselina porque sale cara. Ah, por el anónimo: Está todo lleno de trolls.

El Chouan Ibérico dijo...

En realidad me temo que detrás de esta crisis económica no solo esta la ambición de los capitalistas sino también una reorganización del mundo en la que unos países estarán destinados a producir ocio, otros trigo, otros simplemente consumidores... etc...

En realidad al capitalismo le interesa fomentar el consumo, al fin y al cabo, gracias al consumo ganan ellos dinero. Lo que ocurre es que en el futuro, si se verifica la tendencia a reducir los salarios y a endurecer las condiciones laborales, veremos a ver quien se puede permitir el lujo de consumir para hacer ganar a los capitalistas.

Salud y Amistad

Mendiatik dijo...

Nada va a ser igual a lo de antes
subprimeEs una de las conclusiones a las que uno llega una vez leído el libro de Santiago Niño Becerra. El controvertido y políticamente incorrecto economista nos alerta de que actualmente estamos en un periodo de pre-crisis y que lo peor está aún por llegar. La crisis económica y social realmente va a comenzar en el año 2010 y su duración va para largo. Y ojo, no va a ser una crisis cualquiera, el autor considera que va a ser una crisis sistémica, con todo lo que ello conlleva.

La cosa es bastante más seria de lo que parece y nada va a volver a ser igual a lo que hemos vivido hasta ahora. La tan ansiada recuperación no va a ser tan intensa ni en el tiempo ni en su crecimiento porque es físicamente imposible que volvamos a disfrutar de un periodo de bonanza como el que se ha vivido durante estos últimos años.

La promoción del consumo desaforado a base de endeudamiento crediticio ha provocado una situación insostenible para muchas familias y empresas que ven como cada vez les resulta más difícil poder hacer frente a sus pagos. La confianza entre las entidades financieras y entre éstas y los ciudadanos está por los suelos.

Los índices de paro aumentan sin cesar y seguirán en tono ascendente. Realmente estamos sufriendo un reajuste del mercado de trabajo en el que lo que prima es la productividad y no la mano de obra. La mano de obra ya no es necesaria para producir bienes como lo fue antaño, después de la crisis del 29.

Los políticos se ven incapaces de hacer frente a la situación, tienen las manos atadas y se dedican a enviar mensajes tranquilizadores a los ciudadanos con el único fin de no mermar más aún la poca confianza que les pueda quedar.

En fin, que nos espera un futuro muy poco alentador.
http://necesitorespirar.wordpress.com/2010/02/10/igual/#more-1067

Legitimista Digital dijo...

Efectivamente Chouan, ésto que cuentas es lo que ha pasado. Se ha vivido en un crecimiento económico ficticio, que servía para aniquilar el mundo rural y desmantelar el campo hundiendo a los pequeños propietarios agricolas, y entregando sus parcelas a las grandes superficies de la industria agroalientaria y agrotóxica. Éstos vuelven con muchas más fuerzas, y mucho más después del derrumbe de la Construcción y especulación inmobiliaria. Ahora hay que tratar de hacer ver que la riqueza de una economía real, se encuetra en los productos que adquirimos de la tierra. El liberalismo y neoliberalismo económico nos han llevado a esta crisis y no lo quieren reconocer los defensores de esta ideología representados en su mayoría por el Partido Popular.
Un saludo!

El Chouan Ibérico dijo...

A Mendiatik. Estoy de acuerdo en que lo peor esta por venir y que estamos al principio de una crisis sitémica. No obstante en mi modesta opinión la gran crisis se producira dentro de unos veinte años, cuando la competencia económica con los mercados asiáticos nos lleve a liquidar doscientos años de lucha del movimiento obrero y a unas condiciones laborales y sociales propias de los inicios de la Revolución Industrial.

A M. Fernández. Es usted todo un fisiócrata, cosa que no me desagrada, aunque desde mi punto de vista una economía verdaderamente sana ha de compaginar el sector primario y el sector secundario y no depender exclusivamente del sector servicios, el cual depende en no pocos casos de verdaderos caprichos.

No obstante, si mis malos augurios se cumplen y se vuelve a la situación laboral y social de los inicios de la Revolución Industrial... al menos con el cultivo de la tierra se podrá obtener lo básico para no morir de hambre.

Salud y Amistad a los dos

Anónimo dijo...

Estupendo análisis de la historia reciente del desastre empresarial español.
Siguen siendo una recua de malos tenderos de barrio desarrollista.
Salu2

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