Ideario inicial de VOX en las Elecciones Europeas 2014 |
No
sabemos bien si con todo el sabor de la Francia de Vichy, hoy representada por
Marine Le Pen, o como farsa neomaurista; vino VOX y triunfó el pasado domingo,
7 de octubre, en el madrileño Palacio de Vistalegre reuniendo a unos doce mil
seguidores que abarrotaron la antigua plaza de toros y los alrededores del centro
comercial que la alberga en lo que fue un acto planificado al milímetro por los
organizadores para dar la imagen de ser el punto de partida de un nuevo partido
emergente y hacer olvidar los fracasos electorales y crisis internas a los que
se ha enfrentado desde que se fundara hace cinco años.
VOX fue creado en el año 2013, entre otros
por Santiago Abascal, Alejo Vidal
Quadras e Ignacio Camuñas, todos ellos dirigentes y militantes del Partido
Popular que viendo perder influencia en el seno del mismo optaron por amenazar
a la cúpula popular con quitarle votos mediante la creación de una opción
política neoliberal más clara, más firme y más rotunda que la representada por
el entonces presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Así pues,
originariamente VOX no tenía más discurso que un nostálgico
"aznarismo" que fracasó en las elecciones europeas de 2014 y en las
posteriores elecciones generales de 2015 y 2016.
De aquellos fracasos electorales de
VOX fue responsable la carencia de un discurso propio y diferenciador del
discurso oficial mantenido por el Partido Popular, discurso original que, tras
una travesía del desierto de cuatro años, el líder de VOX, Santiago Abascal,
parece haberlo encontrado en un laboratorio con la unificación, sin decreto pero mediante un concienzudo trabajo de
corta y pega, de los discursos xenófobos de la moderna ultraderecha europea con
las viejas consignas españolistas de Fuerza Nueva.
Escuchar a Santiago Abascal en el
acto del Palacio de Vistalegre, acto que bien pudiera haberse realizado en la
Plaza de toros de las Ventas donde la
extinta Fuerza Nueva conmemoraba el 18 de Julio o en la mismísima Plaza de
Oriente, era como retrotraerse a los primeros tiempos de la transición y volver
a escuchar de Blas Piñar, pero sin su vibrante oratoria, toda la retahíla a
favor de la Unidad Nacional, en contra de las autonomías, a favor de las Fuerzas
Armadas y de Orden Público y en contra de los nuevos bárbaros representados
para VOX por el mundo islámico. La similitud del acto del Palacio de Vistalegre
con los actos de Fuerza Nueva era tal que entre el público asistente, además de
numerosas banderas de España se pudieron visualizar algunas de las banderas victoriosas que acompañaban
coreográficamente a la bandera roja y azul de Fuerza Nueva.
Y es que no podía ser de otra forma.
Los líderes de VOX son conscientes de que el Partido Popular (con anterioridad
Alianza Popular) tiene prestados desde 1982 aproximadamente millón y medio de
votos de la más oscura y negra ultraderecha española, millón y medio de votos
que VOX aspira a arrebatarle al PP. Para ello, VOX no solo ha hecho suyo el
discurso fuerzanovista convirtiéndose en alimentador
de los ideales de la juventud (1), sino que en estos últimos años ha ido
incorporando a sus filas grupos y grupúsculos procedentes de la diáspora
ultraderechista provocada por la disolución de Fuerza Nueva en noviembre de
1982. Así, en febrero de 2015, el partido ultraderechista Derecha Navarra y
Española (DNE) que en 2011 había acudido a las elecciones en coalición con
Alternativa Española (AES), partido que dirige el yerno de Blas Piñar, Rafael
López Diéguez, se integró en VOX pasando a denominarse VOX NAVARRA y, en 2016,
Alternativa Española (AES) y el Partido Familia y Vida (PFyV) que no
concurrieron a las elecciones generales pidieron el voto para VOX. De esta forma, VOX no solo adopta el discurso
de la extinta Fuerza Nueva sino que se articula y organiza en gran medida a
partir de cuadros y estructuras de grupos y grupúsculos ultraderechistas ya
existentes.
¡Aquí están, estos son, los muchachos de Abascal! |
Ahora
bien, sin entrar a valorar política ni moralmente el discurso de VOX, existe en
dicha formación cierto cúmulo de graves contradicciones. En primer lugar nos
encontramos con la procedencia misma de la mayoría de sus líderes los cuales
fueron hasta el año 2013 cuadros de relevancia del Partido Popular en el cual
desempeñaron cargos de cierta responsabilidad llegando a ser incluso
parlamentarios europeos, nacionales o autonómicos. Así, por ejemplo, su actual jefe, Santiago Abascal, fue militante
del Partido Popular desde 1994 hasta 2013 llegando a ser miembro de la
Ejecutiva de dicho partido en el País Vasco, Presidente de las juventudes
populares vascas y diputado autonómico por Álava, es decir, el actual discurso
que sostiene de "España sí, autonomías no", "stop inmigración"
y de oposición a la llamada "Ley de Memoria Histórica" se contradice
con lo realizado por el partido en el que llegó a ocupar cargos de
responsabilidad hasta 2013 y del que, en 1996, un veterano dirigente
nacionalista vasco reconocería haber logrado más en catorce días que de Felipe
González y del PSOE en catorce años, que en 1999 otorgó la nacionalidad
española a los Brigadistas Internacionales como reconocimiento a su "valeroso"
apoyo a la II República y que en el año 2000 organizó la primera regulación
masiva de inmigrantes ilegales. Con esta divina contradicción, propia de la
conversión de San Pablo, Santiago Abascal debería explicar a los ciudadanos y
especialmente a sus fervientes admiradores cuándo y por qué se cayó del caballo,
porque evidentemente no es creíble que se le apareciera una zarza ardiente y le
hablara.
Por otra parte, nos encontramos con
otra grave contradicción en el hecho de que la propuesta de VOX de suprimir las
autonomías no puede realizarse sin hacer una profunda reforma constitucional
que, precisamente por la profundidad de la misma, más se asemejaría a un
proceso constituyente cuando, en ningún momento del discurso de VOX, se
menciona o se propone esa reforma constitucional o ese proceso constituyente.
Más aún; si consideramos que el germen inicial desde el cual Santiago Abascal
empezó a construir VOX fue la Fundación para la Defensa de la Nación Española
(DENAES) en cuyos estatutos figura entre otros fines "el fomento de la cohesión de la sociedad española, y de un gran
acuerdo de los grandes partidos españoles en torno a la unidad de España y a la
fortaleza del Estado español, en los términos del artículo 2 de la Constitución
de 1978" (artículo 3.c de los estatutos) y el artículo 2 de la citada
Constitución de 1978 dice textualmente: "La
Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el
derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la
solidaridad entre todas ellas", la contradicción resulta más que
evidente, lo cual suele ocurrir y resulta lógico cuando se tiene la necesidad
de improvisar con urgencia un discurso por exclusivo oportunismo político como
el que mueve a los dirigentes de VOX.
No obstante, VOX ha revolucionado el
panorama político, como demuestra el amplio tratamiento mediático que ha tenido
durante la última semana el acto del Palacio de Vistalegre. Ha levantado
ampollas entre las formaciones de la derecha, PP y Ciudadanos, y ha humedecido
toda "la braga del imperio"
o "imperio de la braga" fuerzanovista
hasta el punto de que, como apunta el diario "Público" en fecha 12 deoctubre de 2018, ciertos grupos de ultraderecha han decidido apoyar, o incluso,integrarse en VOX. Concretamente "Público" menciona a unos supuestos"carlistas de ultraderecha" a los que sin duda habrá que añadir, enun futuro muy próximo, al partido del yerno de Blas Piñar, Alternativa Española(AES), y a alguna de las Falanges varias existentes dispuestos todos ellos a
convertirse hoy en los palanganeros de VOX como durante la transición lo fueron
de Fuerza Nueva aunque en el caso de los denominados "carlistas de
ultraderecha" mencionados por el diario "Público" no se ha caído
en la cuenta de que el hecho que identifica a los carlistas, que nos
identifica, es la defensa de lo foral, de lo federal y del principio de
subsidiariedad, defensa claramente incompatible con el concepto de España y del
estado que sostiene VOX, así como la lealtad a la Dinastía Legítima hoy
representada por Don Carlos Javier de Borbón Parma, por lo que esos referidos
"carlistas" que no son otros que los mismos que hace décadas cayeron
de rodillas ante el General en
superlativo y aún no se han levantado, que rindieron pleitesía servil a
Blas Piñar y que ahora muestran alegre disposición a rendir culto al nuevo caudillo Santiago Abascal, simplemente
no son carlistas, ni siquiera son traidores porque para ser un traidor primero
hay que ser leal a algo; son... ¡pues eso que hemos dicho antes...! simplemente
acompañamiento coreográfico y palanganeros,
palanganeros del que con mejor arte menea la colita delante de ellos.
(1)
Referencia al himno de Fuerza Nueva
1 comentario:
Buenas tardes, apreciado amigo. El fenómeno Vox comienza a interesarme, no ya lo que dicen, que me espanta y sólo he echado una ojeada a su programa, que más de uno debería leer para saber qué no votar, sino para ver si sigue una trayectoria paralela a la que siguió hace 85 años Falange Española, que era un partido residual. Un partido que empezó a recibir otras tumultuosas agrupaciones políticas que se reflejaban en Alemania como la asociación de Ledesma Ramos que sacaba las uñas, aunque con poca garra...hispánica o la de Albiñana (PNE). Este partido no habría sido nada si lo de África no hubiera triunfado. Volviendo de aquello, Vox ha dejado de ser Neoliberal para volver a mirar a los cafres de la Europa supremacista. Espero que, como F.E., no saquen ni un diputado. Saludos.
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