Muchos fueron los autores famosos que publicaron de esta forma sus obras y no menos famosas las obras así publicadas pudiéndose citar entre otras la novela, posteriormente publicada como libro “El Conde de Montecristo” de Alejando Dumas, pero la más famosa y la de mayor éxito de todas las novelas publicadas por entregas es, sin ningún género de dudas, “Los Misterios de París” de Eugenio Sue.
“Los Misterios de París”, publicada entre 1840 y 1842 en la revista parisina “Les Grands Romans Du Dimanche”, es una novela precursora de la novela social y del socialismo literario (posiblemente el único socialismo que por su radicalidad, apasionamiento y ausencia de dogmatismo aún goce de buena salud) que tendrá posteriormente gran influencia en Víctor Hugo y Emilio Zola.
Aparentemente “Los Misterios de París” narra una simple historia de aventuras donde la protagonista María, es una niña huérfana que resulta ser hija de un príncipe centroeuropeo llamado Rodolfo de Gerolstein y que es perseguida por una vieja alcahueta para hacerla degenerar mientras que por su parte el príncipe Rodolfo es un personaje atormentado por un gran secreto que anónimamente se pierde en las noches parisinas con el fin de hacer justicia y remediar los males humanos. No obstante, el contenido de la narración esta completamente orientado a poner de manifiesto las injusticias y reclamar cambios sociales importantes permitiéndose hacer varias digresiones sobre reformas penitenciarias imprescindibles y sistemas de financiación y ahorro alternativos para los más pobres.
En realidad, el mensaje de “Los Misterios de París” viene a ser el mismo que más adelante se desarrollaría en esa gran epopeya popular que serían “Los Miserables” de Víctor Hugo y que es que todo ser humano, por bajo que caiga, siempre tiene la posibilidad de elevarse y superar sus miserias morales, aunque Eugenio Sue en su comentada obra sacrifica mucho contenido en aras del sentimentalismo como hilo conductor.
Eugenio Sue, (1804 – 1857) ha caído en la actualidad en un inmerecido e injusto olvido pasando a ser un autor de segunda fila eclipsado por sus coetáneos Alejandro Dumas y Víctor Hugo y todo ello a pesar, no solo de haber sido un precursor con su novela “Los Misterios de París”, sino de haber publicado otras obras de gran éxito popular como “El Judío Errante”, obra clásica del anticlericalismo decimonónico aunque no de la irreligiosidad anticatólica, y “Los Misterios del Pueblo” obra plagiada primero por el revolucionario Maurice Joly en su folleto antinapoleónico “Diálogos en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu” y posteriormente adaptada por el alemán Goetzche en su novela titulada “Biarritz”, para terminar, en última instancia, siendo incorporada a la obra antisemita por excelencia “Los Protocolos de los Sabios de Sión”.
En cualquier caso, “Los Misterios de París” merecen un puesto de honor en la historia de la literatura universal en general y en la historia de la literatura social en particular porque fue el prototipo de novela en la que muchos autores se han inspirado pudiendo llegar, incluso a superarla; pero jamás pudiéndola quitar el mérito de haber sido la primera.
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