Transcurridas
dos semanas desde la celebración de las segundas elecciones generales en seis
meses y a pocos días de que se constituya el Congreso de los Diputados y el
Senado dando comienzo a la XII Legislatura desde 1977, la realidad aritmética
se impone repitiéndose el escenario de la Legislatura anterior donde cualquier
fórmula posible para constituir gobierno resulta ser lo que en las ciencias
matemáticas se conoce como "fórmula absurda". Y es que resulta
curioso en extremo que, resultando de las elecciones del 26 de Junio una
realidad aritmética similar a la que resulto de las elecciones del 20 de
Diciembre, todos los medios de comunicación apostaran, tras el 20 de Diciembre,
por la repetición de las elecciones mientras que hoy, esos mismos medios, vayan
afirmando que unas terceras elecciones no son posibles porque el partido más
votado, el Partido Popular, con tan solo 137 diputados está en mejores
condiciones que hace seis meses para formar gobierno en coalición o con apoyos
puntuales.
La realidad se impone siempre y
máxime cuando consiste en una realidad matemática. El Partido Popular se
encuentra hoy con las mismas posibilidades de formar gobierno que hace seis
meses, porque no puede contar con más apoyo parlamentario que el de sus propios
diputados y, a lo sumo, con los treinta y dos de "Ciudadanos" lo cual
les dejaría, con 169 escaños, a siete escaños de la mayoría absoluta, es decir
con una mayoría insuficiente para formar un gobierno estable y duradero.
En principio, el Partido Popular,
solo podría formar gobierno con el apoyo, por acción u omisión, del Partido
Socialista Obrero Español ya que junto con los diputados socialistas el
gobierno tendría el apoyo de 222 diputados, es decir 46 diputados más de los
176 que constituyen la mayoría absoluta.
Ahora bien, a esta realidad
matemática hay que añadirle otra realidad no menos importante: la realidad
política. La realidad política española que resulta del régimen parlamentario y
de partidos establecido es una realidad compleja que, en los cuarenta años
transcurridos desde su implantación, no ha hecho más que complicarse aún más haciendo
imposible cualquier acuerdo verdadero entre las diferentes fuerzas políticas
parlamentarias.
La realidad aritmética indica
inexorablemente que solo existen dos posibilidades para formar gobierno: un
gobierno que nazca del acuerdo entre el Partido Popular y el Partido Socialista
Obrero Español, al que se puede sumar o no "Ciudadanos" o un gobierno
que nazca del acuerdo entre el Partido Socialista Obrero Español,
"PODEMOS" y los distintos partidos nacionalistas periféricos.
A
esta realidad aritmética complicada hay que añadir la realidad política: el
Partido Socialista Obrero Español, no puede favorecer, ni por activa (con su
voto afirmativo) ni por pasiva (con su abstención), un gobierno del Partido
Popular porque ello equivaldría a su suicidio al romperse por una izquierda que
iría a engrosar las filas de los votantes de "PODEMOS". Por su parte
un gobierno que surja de un pacto entre Partido Socialista, "PODEMOS"
y otros grupos nacionalistas e independentistas tampoco es posible porque para
el PSOE significaría igualmente su suicidio al inclinarse tanto a la izquierda
que su personalidad quedaría confundida con la de "PODEMOS" que
terminaría por absorber buena parte del electorado y de la militancia
socialista mientras que otra buena parte, simplemente, se iría a la abstención.
La realidad política de este país no
es comparable ni equiparable a la realidad política de otros países de nuestro
entorno Europeo. Aquellos que hablan de una "Gran Coalición" no
quieren darse cuenta ni explicar a los ciudadanos que el caso que, por ejemplo,
se dio en el año 2005 en Alemania, donde el candidato socialista, Gerhard Schröder, renunció a la
Cancillería en beneficio de Ángela Merkel, de la CDU, por no pactar con los
ex-comunistas es impensable que ocurra en España. Alemania y todos los demás
países europeos han superado, mal que bien, su historia mientras que en nuestro
pobre país, el partido representativo de la "derecha" y el partido
más representativo de la "izquierda" no están separados por una
delgada línea ideológica, que en ocasiones es difícil de vislumbrar, sino que
están separados por una ancha y larga trinchera excavada justamente hace
ochenta años y que nadie ha sido ni es capaz de cerrar, tal vez porque nadie
haya tenido nunca la intención de cerrarla.
Otra posibilidad, es que distintas
fuerzas políticas, el Partido Popular y el Partido Socialista o el Partido
Socialista, PODEMOS y algún partido más maniobren para salvar la cara de la
casta política formándose un gobierno de circunstancias con una duración secretamente pactada de antemano transcurrida
la cual se le haga caer provocando unas nuevas elecciones. De esta forma se
podría formar un gobierno del Partido
Popular apoyado por el PSOE o un gobierno del PSOE apoyado por
"PODEMOS" y otras formaciones que durase un par de años y luego ese
gobierno verse privado de sus primitivos apoyos y obligado a convocar nuevas
elecciones con lo cual todos salvarían la cara de haberse puesto de acuerdo
"por el bien del país" para evitar unas terceras elecciones para
después apuntarse el tanto de haber hecho caer, igualmente "por el bien
del país", a un gobierno que "estaba llevando a la ruina al país, a
la clase obrera o al mismísimo sursuncorda". Esta posibilidad es a la que
aludíamos en otro de nuestros artículos como "la política de ladesvergüenza y de la imagen" y que no es más que la vieja e hipócrita
fórmula de salvar las apariencias.
Salvo que se diera esta última
posibilidad, de la confluencia de la realidad
aritmética y de la realidad política española solo se puede presagiar
una legislatura muy corta en la que no es descartable para nada unas terceras
elecciones para finales del presente año.
5 comentarios:
No voy a negarle que su expresión “en nuestro pobre país, el partido representativo de la "derecha" y el partido más representativo de la "izquierda" no están separados por una delgada línea ideológica, que en ocasiones es difícil de vislumbrar, sino que están separados por una ancha y larga trinchera excavada justamente hace ochenta años” no me haya sorprendido sobremanera, porque en la composición de lugar que se hace servidor pienso totalmente lo contrario. Así que, si es tan amable, le agradecería que hiciera una somera descripción de por qué llega a esa conclusión. Me gustaría mucho, de verdad, contrastar mi punto de vista con el suyo. Será enriquecedor. No quiero decir que lo vaya a hacer públicamente aquí, no, lo haré en privado. Por lo que, si se decide, estaré esperando sus palabras.
Saludos,
Estimado anómimo:
Mi expresión se refiera a lo siguiente:
Las diferencias reales entre PP y PSOE son muy delgadas, casi inexistentes, los dos defienden modelos liberales y capitalistas con la única diferencia que el PSOE es un poco más intervencionista, pero ninguno aspira realmente a un cambio de estructuras ni a una modificacion de los regímenes politico-economicos existentes.
De hecho el PSOE muestra muy poca vergüenza de acusar al PP por la guerra de Irak cuando fue precisamente el PSOE el que rompio la tradicional politica de neutralidad española cuando envio tropas a la primera guerra del golfo en 1990.
Cuando me refiero a la "trinchera" quiero decir que una parte de las rentas elecotalres del PSOE provienen de su historia durante la II republida y la guerra civil, de haber estado en el bando en que estuvo, y que por eso jamás pactara con el PP porque no estaría cómodo pactando con un partido que supuestamente estuvo en el otro lado.
El guerracivilismo ha estado presente en todo estos años y de hecho en el 2004 cuando el PSOE obtuvo 164 diputados y tuvo que pactar para formar gobierno prefirió pactar con los que fueron sus "aliados históricos" durante la republica y la guera antes que llegar a cualquier acuerdo con el PP, y eso que lo podria haber explicado porque el país se encontraba bajo un ataque terrorista (el 11-M).
En mi opinión los graves problemas que hoy padece el PSOE proviene precisamente de aquellas elecciones del 2004, pero en fin, todo esto son solo mis opiniones.
Y fijése bien, estimado anónimo, el guerracivilismo esta hoy más presente en la poltica y en la sociedad española que hace treinta años. Eso digo yo, es que los políticos no han querido cerrar esa trinchera.
Un saludo
Ahora sí…, ahora sí le he entendido. Cuando dice Ud. que “Las diferencias reales entre PP y PSOE son muy delgadas, casi inexistentes, los dos defienden modelos liberales y capitalistas con la única diferencia que el PSOE es un poco más intervencionista, pero ninguno aspira realmente a un cambio de estructuras ni a una modificacion de los regímenes politico-economicos existentes” dice lo que yo suponía que Ud. debería pensar, leyendo su trayectoria. En el texto inicial entendí todo lo contrario, y por eso mi sorpresa.
En lo que respecta al “guerracivilismo” sí hay capítulos que deberían cerrarse con honor, si pueden situarse hay a quienes aún no han recibido tierra como se merecen; hay aspectos del término empleados peyorativamente, pero rememoro unas palabras de mi infancia que entonces no entendí. Para mí era un hombre muy entrado en años, veterano de la Guerra Civil, muy poco hablador, pero cómo en una conversación dijo algo así como que cuando fallecieran aquellos que habían padecido la Guerra, directa o indirectamente, estaríamos en riesgo de cometer, otra vez, la misma tontería. Ahora lo entiendo como una acepción positiva de ese “guerracivilismo”: nuestros mayores nos advertían e instruían sobre los horrores de la guerra. Quizá sean cosas de la edad que a uno le hacen ver el escenario actual en un gris muy oscuro.
Pero sobre todo, gracias por su explicación.
Cierto es que los veteranos de una guerra previene de los males de los conflictos bélicos pero, recuerde al poeta "¡Ay del pueblo que necesita héores!".
La Guerra Civil norteameriana termino hace más de ciento cincuenta años y el ultimo de sus combatientes murió en los años cincuenta del siglo pasado y no creo que los Estados Unidos esten próximos a enfrentarse en una nueva guerra civil.
Lo curioso del caso español es que, cuando habia ex-combatientes, aquellos que perdieron, sufrieron la persecución y el encarcelamiento en los años de la transición no hacian manifestaciones de odio ni de rencor, en cambio, las nuevas generaciones que no han vivido la guerra y que incluso han nacido después de la muerte del dictador, sin haber pasado penurias, ni persecuciones ni prisión hacen gala de un afan revanchista que jamás tuvieron los viejos excombatientes republicanos.... no se, es como si se hubiera preparado a las nuevas generaciones para odiar aquello que, por razones biologicas, jamás conocieron.
Desde mi punto de vista inexplicable
Así es, como si a los jóvenes se les hubiera enseñado para odiar... En cuanto al veterano de guerra, ¡pobre!... ¿Héroe? No, no en ese caso: prácticamente no hablaba de la Guerra, sólo en muy contadas ocasiones y, como Ud. dice, sin rencor aparente. Con esa serenidad de anciano que está de vuelta de todo. No, no, ya habrá por ahí, otros "héroes".
Saludos y hasta una próxima ocasión.
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