“Es lo mejor que he leído en mucho
tiempo” fue el pensamiento que se me cruzó por la cabeza cuando hace ya muchos
años terminé de leer “A Sangre Fría” de Truman Capote y este mismo pensamiento
se ha repetido hace unos días al finalizar la lectura de “El Anarquista que se
Llamaba como Yo”, novela publicada por la editorial “El Acantilado” y de la que
es autor el joven escritor Pablo Martín Sánchez.
“El Anarquista que se Llamaba como
Yo” parte de un hecho histórico real como fue la intentona revolucionaria
contra el Directorio de Primo de Rivera acontecida en Vera del Bidasoa durante
el mes de Noviembre de 1924 y en la que participa el militante anarquista Pablo
Martín Sánchez, tocayo del autor, para construir una obra literaria que no es
solo una novela pues es una novela y una relación histórica en la que el autor
emplea una técnica ya conocida pero muy poco utilizada en la literatura que
consiste en ofrecer al lector dos lecturas de una misma obra. Por una parte
Pablo Martín Sánchez (el autor) narra la vida de Pablo Martín Sánchez (el
protagonista) reflejando con total fidelidad el entorno social que le rodea y
los hechos históricos en los que participa intercalando capítulos dedicados a
la relación histórica de la intentona revolucionaria que comenzaría a fraguarse
durante el Otoño de 1924 entre los exiliados españoles en Francia.
Por otra parte, “El Anarquista que
se Llamaba como Yo” tiene también elementos de novela policiaca que arranca en
el primer capítulo con el descubrimiento por parte del autor de la existencia
de un militante anarquista llamado Pablo
Martín Sánchez (el protagonista) que fue condenado a muerte en un Consejo de
Guerra Sumarísimo celebrado en Pamplona en Diciembre de 1924 para constituir
también una excelente trama de suspense con un final que, real o fruto de la
imaginación del autor, resulta más que sorprendente.
“El Anarquista que se Llamaba como
Yo” es la segunda obra literaria publicada por Pablo Martín Sánchez (el autor)
tras la publicación, en el año 2011, de su
colección de relatos titulada “Fricciones” y constituye una novela de
sobresaliente construcción que logra mantener la atención y el interés del
lector por lo narrado más allá, incluso, de la finalización de su lectura
pudiendo afirmar que hemos asistido a la consagración de un escritor que dará
mucho que hablar en el presente y en el futuro en el seno del panorama
literario español
Considero que todos los libros
merecen ser leídos, la inmensa mayoría de los que he leído son buenos, aunque
bien es cierto que cuando los elijo para leer ya tengo una cierta propensión a
que me gusten y muchos de ellos me han hecho pensar que eran excelentes pero,
como he dicho al principio de esta reseña, solo dos han engendrado en mi el
pensamiento de que eran “lo mejor que había leído en mucho tiempo” y uno de
ellos es, sin duda alguna, “El Anarquista que se Llamaba como Yo”.
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