Tras
varios meses en que los medios de comunicación anunciaban que el flujo masivo de personas procedentes de
los países en conflicto en Oriente Medio (Siria, Irak, Afganistán) hacia Europa
amenazaba con convertirse en un drama humanitario ha hecho falta la imagen de
un pobre niño de tres años ahogado en el Mar Egeo para que los gobiernos
europeos se decidan a tomar alguna iniciativa. Ahora bien, estos movimientos
políticos a nivel europeo no dejan de tener un alto componente de hipocresía y
de maniobras para la galería que además de llegar tarde no afrontan realmente
al problema en su raíz.
El flujo de refugiados que ven
amenazada su vida en sus países de origen de los cuales tienen que huir desesperadamente
se debe, única y exclusivamente, a la política desarrollada en Oriente Medio y
Asia Central por Estados Unidos y sus aliados europeos que en los últimos
quince años se han dedicado a desestabilizar estados en los que su diversidad
religiosa y étnica les convertían en verdaderos polvorines en potencia. Así por
ejemplo Irak y Siria que eran estados modelos de integración de la mujer y de
convivencia entre tendencias religiosas se han visto abocados en aras de no sé
qué principios a unas guerras civiles de todos contra todos en las que la
autoridad estatal prácticamente ha desaparecido y mil facciones se disputan
parcelas de territorio en las que asentar su tribal dominio. Así en Irak y
Siria luchan musulmanes suníes contra musulmanes chiitas, musulmanes contra
cristianos, partidarios de mayores libertades contra los restos de los
partidarios de los regímenes árabes socialistas.... Y de toda esta
inestabilidad, que ya se está extendiendo por África (Libia) y que amenaza con
extenderse por todo el mundo musulmán, el gran beneficiado resulta ser el
integrismo islámico que parece la única forma política organizada que existe
ahora mismo en Siria e Irak.
Esta es la causa última de la
tragedia humanitaria de los refugiados que se está padeciendo y es a la causa,
y no a sus síntomas, a la que hay que enfrentarse si en realidad se desea poner
fin al drama de más de cuatro millones de personas que se están viendo
afectadas por la situación político-militar en Oriente Medio.
Por otro lado, las iniciativas que
determinadas Comunidades y Municipios europeos, especialmente españoles, han
emprendido no dejan de ser iniciativas que, por muy bien intencionadas que sean,
carecen de cualquier fundamento real ya que el Derecho de Asilo no lo concede
ningún municipio ni ninguna comunidad sino que es competencia exclusiva del Estado
por lo que es a este al único que le corresponde reconocer el carácter de
refugiado a una persona. Y respecto a esto ya entran en juego determinados
tecnicismos legales que pueden hacer creer a los ciudadanos de a pié que los
estados europeos están comprometidos con el acogimiento de los refugiados
cuando en realidad lo que están haciendo es todo lo contrario.
El estatus de asilado o refugiado se
obtiene después de un procedimiento administrativo que, en el caso español,
está perfectamente compilado. La ley internacional exige que el solicitante de
asilo lo solicite en el primer país en el que entra y, en el caso de tratarse
de España, debe hacerlo en el mismo instante en que entra por la frontera o
dentro del plazo de un mes después de haber entrado en España; en caso de no
hacerlo de esta forma y con los plazos fijados el solicitante puede ver
denegada la tramitación de su solicitud. En el caso actual el primer país donde
llegan los refugiados de Oriente Medio y Afganistán es Grecia a la cual le
correspondería recibir y tramitar las miles de solicitudes de asilo y aunque se
obvie este requisito y se le permita solicitar la protección internacional en
el segundo o tercer país en el que entra, aun así el solicitante debe someterse
a una entrevista donde debe exponer claramente y de forma creíble para el entrevistador
sus circunstancias personales, familiares y políticas que le han hecho huir de
su país; una contradicción en la entrevista o una afirmación no avalada por informes
internacionales de "Amnistía Internacional", "ACNUR",
"Cruz Roja" o cualquier otra institución internacional similar puede
bastar para que el entrevistador informe negativamente sobre la admisión a
trámite de la solicitud de asilo y la misma sea rechazada. Contra la inadmisión a trámite de la solicitud
de asilo cabe un reexamen que tendrá lugar dentro de las cuarenta y ocho horas
siguientes a la resolución inadmitiendo a trámite la solicitud y contra la
resolución resolviendo el reexamen cabe el recurso contencioso administrativo.
Una vez admitida a trámite la
solicitud de asilo, al solicitante se le concede la protección internacional
pero aun hay que esperar a que el Ministerio del Interior resuelva sobre la
solicitud que puede ser de forma favorable con lo que el solicitante se
convierte en refugiado o de forma desfavorable. Contra la resolución
desfavorable a la concesión de asilo cabe recurso contencioso administrativo.
De esta forma, es muy posible que la
maniobra de los estados europeos consista en lo siguiente: ante la opinión
pública y las televisiones del mundo entero, los estados abren sus fronteras a
miles de refugiados que como tales y mientras se tramitan sus solicitudes de
asilo son inexpulsables, luego por vía del procedimiento administrativo
indicado anteriormente deniegan el asilo a la inmensa mayoría de ellos y una
vez agotados los pertinentes recursos se convierten en extranjeros ilegales
sometidos a las leyes de extranjería que
permiten su internamiento y expulsión. De esta forma la opinión pública percibe
que sus gobiernos son generosos y altruistas mientras que por la puerta de
atrás se abre la posibilidad de la expulsión tras la denegación del asilo.
Una vez más Europa se enfrenta al
resultado de su estupidez al seguir o colaborar con una política exterior
errónea que lo único que ha logrado es la desestabilización de los frágiles
estados de Oriente Medio intentado dar un tratamiento sintomático a su
manifestación inmediata que es la cuestión de los refugiados, muy probablemente
de una forma hipócrita, y rehuyendo suicidamente afrontar el problema de raíz que
es la estabilización política de Siria e Irak así como el integrismo islámico que
está desplazando a millones de personas de sus países de origen y amenaza con
instalarse peligrosamente en la ribera Sur del Mediterráneo.
1 comentario:
Sí, la verdad es que no es difícil dar, en prensa del pesebre, con este planteamiento; es decir, que si no hubiéramos sido los lacayos de las potencias –y poderes financieros– interesadas en desestabilizar Siria, hoy no estaríamos como estamos. Pero hacer este planteamiento no les resulta conveniente.
Y a todos los que se mortifican con la foto del niño en la playa, les invito a que busquen en Internet los videos donde se ve cómo queman a los prisioneros, cómo puestos en fila los van matando y tirándolos al río, cómo los matan disparando de coche a coche y dejándolos en la cuneta, cómo los persiguen por tierra comos si fueran cazando conejos, cómo degollan sin compasión, como revientan a presos poniéndolos sobre explosivos o atravesándolos con cohetes RPGs. Es decir, un sin fin de salvajadas inimaginables que no son difíciles de localizar y que revuelven el estómago. Vale, está bien que nos estremezcamos con la imagen del niño, pero seamos coherentes y conozcamos más a fondo lo que sucede en Siria. Y con esto no quiero decir que el gobierno sirio esté conformado por ángeles custodios, pero tratemos de contrastar la información de la prensa del pesebre.
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