CONTACTO (indicando como asunto El Chouan Ibérico): arturoen@hotmail.com

miércoles, 20 de abril de 2016

CORRUPCIÓN POLÍTICA: UN REDUCCIONISMO QUE DA QUÉ PENSAR




En menos de quince días han saltado a los medios de  comunicación diversos casos de presunta corrupción de los que solo la mitad guarda alguna relación con la actividad política: el caso del alcalde de Granada, los papeles de Panamá, la nueva detención de Mario Conde, el presunto impago de impuestos del ex-presidente José María Aznar y la presunta trama extorsionadora de Ausbanc y Manos Limpias.

            Estas informaciones, que en muchos casos darán lugar a macrocausas judiciales por diversos delitos económicos, ponen de manifiesto que el hablar en España de "corrupción política" es incurrir en un generoso y optimista reduccionismo porque con mayor justicia y realismo debería hablarse de "corrupción social" al deducirse lógicamente que el grado de corrupción en nuestro país ha alcanzado un grado que hace tiempo ha rebasado la línea de lo soportable, supera lo imaginable y afecta a todos los sectores institucionales y sociales. 

            Si los ciudadanos españoles en vez de indignarse inútilmente de tanta corrupción, se pararan a analizar, aunque solo fuera por breve tiempo, las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación descubrirían una cosa curiosa en extremo que es que los políticos y personajes públicos que aparecen en "los papeles de Panamá" tenían constituidas sociedades opacas en el istmo centroamericano desde hacía décadas y que Ausbanc y Manos Limpias, dos organizaciones que se justificaban con la pretendida defensa de los intereses generales de los ciudadanos y se identificaban con aquellos cuerpos intermedios que integraban "la Sociedad Civil" destruida por la Revolución Francesa, no solo tejieron una presunta red de extorsión, sino que se estuvieran dedicando a ello desde hace años. Es decir, lo que llama la atención es que personas y organizaciones cuyas actividades son  públicas y publicadas y que se encuentran constantemente bajo la lupa de los periodistas hayan podido realizar presuntos actos ilícitos e inmorales durante un prolongado periodo de tiempo sin que nadie se hiciera la más mínima pregunta o les cuestionara y que sea precisamente ahora, en este momento, cuando tales presuntas actividades salen a la luz.

No nos engañemos, todo estado o régimen político tiene sus medios y sistemas de control, más o menos eficaces, más o menos numerosos y más o menos justos o injustos, dedicados a prevenir y combatir la corrupción y la delincuencia. Asimismo en todo régimen político o estado se dan casos de corrupción y delincuencia aunque estos deben moverse siempre dentro de unos parámetros técnicos que no se sobrepasen y que sean asumibles  para no dejar  entrever que existe una situación de caos, desgobierno,  corrupción o bandidaje generalizado. Pues bien, cuando en un país como el  nuestro, la corrupción alcanza los niveles que ha alcanzado y tiene tantas y tan distintas modalidades es porque nos encontramos ante una corrupción social generalizada y los sistemas y medios de control existentes o bien no funcionan debido fundamentalmente a fallos y errores del personal humano que los integran o bien porque, de una forma u otra, forman parte presuntamente de esa corrupción generalizada que hace que el hecho de hablar de "corrupción política" sea un mero reduccionismo generoso.

            En nuestro país existen miles de fundaciones y asociaciones similares a Ausbanc o Manos Limpias muchas de ellas vinculadas a empresas mercantiles, entidades financieras o partidos políticos que dicen no tener ánimo de lucro y desarrollar funciones de interés social y humano. Ahora bien, ¿Es lógico que una entidad financiera a la que el pequeño ahorrador confía sus dineros al 0´1 por ciento, que presta ese mismo dinero al 6 por ciento y que si vencido el plazo no recibe del prestatario el pago correspondiente lo ejecuta, lo desahucia e incluso lo arruina, posea una fundación o subvencione a una fundación para "ayudar a los más desfavorecidos en el Tercer Mundo"? la respuesta a esta pregunta retórica es un rotundo No, no es lógico y si no es lógico, lo lógico es considerarlo sospechoso y por tanto investigarlo. ¿Se investigan estas cosas por quién está obligado a hacerlo?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, corrupción social, sí y me atrevería a plantearle temas que creo podrían merecer algunas líneas, como por ejemplo, la corrupción en los sindicatos, que no es siempre económica, pero que existe. Tras doce años de liberado en uno importante he visto escenas desalentadoras. Sí, la corrupcion política es peligrosa, la social, depende cómo se vea, más y el consentimiento de al sociedad para que todo siga igual, creo que lo peor.

Anónimo dijo...

No soy periodista, ni policía ni espía y a esto apuntaba yo. ¿Existe corrupción judicial?:

http://politica.elpais.com/politica/2016/04/21/actualidad/1461266443_108700.html

Seguidores

contador de visitas blogger

-0-0-0-0- Carlistes de Catalunya -0-0-0-

Archivo del blog

CARLISMO DIGITAL