Las memorias escritas constituyen un género prolífico y variado en la literatura universal existiendo memorias personales, memorias históricas, memorias literarias y memorias políticas, siendo sin duda éstas últimas las generalmente más aburridas y tediosas para el lector.
No obstante, para desmentir a la generalidad, la Editorial Arcos nuevamente en la colección “Biblioteca Popular Carlista” que dirige don Javier Onrubia Rebuelta, ha tenido el excelente criterio de publicar con el título de “Sol en las Bardas” las, hasta ahora inéditas, memorias políticas de don Ignacio Ipiña.
“Sol en las Bardas”, que lleva como subtítulo “La Forja Oculta de Carlos Hugo” se centra en la gran aventura voluntarista que, un reducido grupo de jóvenes carlistas de los que formaba parte el propio autor y militantes todos ellos de la sección estudiantil del Partido Carlista (la Agrupación Escolar Tradicionalista); emprenden para sacar al Carlismo de la inoperancia política y la languidez a la que la habían llevado la guerra, la represión franquista y las tribulaciones de sus dirigentes, trayendo clandestinamente a España, concretamente a Bilbao, al entonces Príncipe de Asturias, Don Carlos Hugo de Borbón Parma, para someterle a un aprendizaje acelerado de la historia y costumbres de los españoles que culminaría con su presentación pública en el acto de Montejurra de 1957.
En “Sol en las Bardas” no solo se narra las aventuras de estos decididos jóvenes carlistas y del no menos joven y decidido príncipe, sino que también se refleja la vida y la sociedad del Bilbao industrial de mediados de los años cincuenta del siglo pasado dejándose patente a lo largo de toda la obra el espíritu leal, valiente e incorruptible del pueblo carlista dispuesto a un mismo tiempo a correr importantes riesgos y a desdeñar los máximos honores en aras de sus principios y representado el mismo en estas memorias por don Ramón Massó, don Pedro Echevarría, don Perico Ulaurtúa, don Alfonso Lescurain, por el propio autor y por otros muchos más.
Es mérito de estas memorias de don Ignacio Ipiña acabar con no pocos estereotipos sobre la figura de Don Carlos Hugo de Borbón Parma, levantados y defendidos por desinformadas, cuando no simplemente viperinas, lenguas aclarando y manifestando que fue iniciativa del propio príncipe llevar al Carlismo a la renovación ideológica necesaria para entroncar con la realidad social que padecía el pueblo español aportando modernidad y europeidad al Partido Carlista sin que por ello perdiera sus peculiaridades y tradicionales reivindicaciones.
“Sol en las Bardas” de Ignacio Ipiña, a pesar de constituir unas memorias políticas, se lee con la facilidad y la avidez de una novela de aventuras haciendo bueno el viejo axioma de que “la realidad siempre supera a la ficción” y dejando tras su lectura el buen sabor de boca que solo dejan las mejores obras del género como “Las Memorias de Ultratumba” de Chateubriand.
2 comentarios:
Tú entrada nos anima a leer la novela,unos hechos para mí muy desconocidos. Sí que en la facultad se hablaba bastante de lo de Montejurra.
Un abrazo
Realmente "Son en las Bardas" no es una novela, sino unas memorias políticas e históricas que se leen con la facilidad y la emoción de una muy buena novela de aventuras con el matiz de que todo lo que narra ocurrió en verdad.
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